Tomado de Cubainformacion.
Texto adaptado.
Por Cubainformación TV – Basado en un texto de Pedro Pablo Gómez – Blog “La pupila insomne” (Cuba).-
La
Constitución de los Estados Unidos de América ha sido sistemáticamente
violada por todos los gobiernos de ese país, pero muy especialmente por
las dos últimas administraciones: la de George W. Bush y la de Barack
Obama.
Pensemos en la enmienda constitucional que protege la libertad de
viajar. Como es conocido, el pueblo estadounidense no puede viajar
libremente a Cuba, si no es consiguiendo una limitada licencia especial.
En la décima sección de la Constitución se prohíbe “hacer la guerra, a
menos que el país sea invadido o se halle en peligro inminente, que no
admita demora”. Recordemos Irak y la falacia -creada por los servicios
de inteligencia de EEUU y por la oposición iraquí- acerca de las armas
de destrucción masiva. La misma que ahora se utiliza –contra el
enunciado de dicha sección constitucional- para intervenir en Siria.
Pero la violación más flagrante quizá sea la que atenta contra la
sección que dice que “ningún Estado (norteamericano) aprobará decretos
por los que se castigue a personas sin que preceda juicio ante los
tribunales”. Recordemos no solo el campo de concentración y exterminio
de Guantánamo. También las decenas de cárceles secretas en países
cómplices: allí –gracias a la llamada Ley contra el terrorismo- EEUU
tiene carta abierta para torturar y encarcelar sin prueba ni juicio
alguno.
¿Y qué decir de los derechos a la intimidad y la inviolabilidad de la
correspondencia? El ex colaborador de la CIA Edward Snowden acaba de
destapar un gigantesco programa de espionaje a escala planetaria
utilizado durante años por los servicios secretos de EEUU.
Pero, curiosamente, el complejo mediático dedica más espacio en este
caso a las polémicas diplomáticas que al fondo de la cuestión: que el
país que defiende con tanto ardor ideológico “la libertad de las
personas” y a “los individuos frente al estado”, es en realidad el mayor
Leviathan político de la Historia.
Texto original
Historia de violaciones
No
se preocupen, nuestro tema periodístico no es de la llamada crónica
roja, es de la Constitución de los Estados Unidos de América y su
sistemática violación por los distintos gobernantes que pasan por ese
país, aumentada –in extremis- por los gobiernos de George W. Bush y Barack Obama.
Cuando los padres de la nación americana redactaron la Ley Suprema de
U.S.A, eL 17 de Septiembre de 1787, estaban muy lejos de pensar en cmo
sería aplicada por los ocupantes de la posterior sede presidencial, que
hoy se conoce como La Casa Blanca. Al parecer, algunos la han convertido
en papel sanitario y ni sus enmiendas posteriores se salvan del
indebido uso de la letra escrita.
Del documento original de 7 artículos más sus 27 enmiendas existen
preceptos que son permanentemente obviados. Por ejemplo, la enmienda que
habla de los derechos y deberes de los ciudadanos nativos de ese país
de ser libres en su actuación y posibilidad de dirigirse a cualquier
otro estado de la Unión, o a cualquier otro país. Como es harto
conocido, los estadounidenses no pueden viajar libremente a la isla de Cuba.
En su décima sección se expresa: “Ningún Estado aprobará decretos por
los que se castigue a personas sin que preceda juicio ante los
tribunales ‘’, y en el inciso tres dentro de esta sección se prohíbe
“hacer la guerra, a menos de ser invadido realmente o de hallarse en
peligro inminente, que no admita demora’’. Como podrá apreciar el lector
en ambas ocasiones, nada que ver con la práctica. Paradigmática fue la
invasión de Irak
con base en la falacia creada por sus servicios de inteligencia acerca
de la posesión de armas de destrucción masiva y ahora con las mismas
fuentes informativas dicen que el gobierno de Siria utiliza armas químicas contra los opositores que ellos manipulan para derrocar al presidente Assad.
La parte más superviolada recientemente es la relacionada con la del
castigo de personas sin la existencia de un juicio ante los tribunales
de la nación. A quienes mandan parece que no les resulta conocido el
tema de las detenciones ilegales, no solo las del campo de
concentración ilegal en la Base Naval de Guantánamo, sino en las
múltiples existentes en distintos países cómplices, apoyados por la
llamada ley contra el terrorismo donde hay carta abierta para realizar
cualquier cosa sin darle cuentas a nadie porque se consideran dueños del
mundo. En la 8va Enmienda, en lo relacionado con las penalidades a
aplicar por los juzgados en los juicios se plantea: “ni se incluyan
penas crueles y desusadas’’, pero en el juicio farsa celebrado contra
nuestros Cinco Héroes
no solo se tomaron condenas crueles sino increíbles gracias al apoyo de
los dineros del gobierno norteamericano para pagar a periodistas y así
influir en el desarrollo del juicio en el ambiente hostil del estado de
la Florida y se ocultaron pruebas esenciales que demostraban la falsedad
de los argumentos de la fiscalía, como la no presentación de las
imágenes del satélite con la penetración en territorio cubano de las
avionetas de los llamados Hermanos al rescate en el momento de su
derribo. ¿Qué me dicen de la utilización de los llamados drones
o aviones sin piloto, para bombardear en países donde no hay declarada
guerra como Pakistán, donde han muerto civiles e incluso niños; aparte
de montar una operación a espaldas del gobierno para la captura de jefe de la organización terrorista Al Qaeda y la existencia de una lista de objetivos para decidir por el señor presidente de los EEUU, si los eliminan o no? ¿Hasta donde se llegará por estos caminos?
En los últimos días las agencias informativas internacionales han
hablado ampliamente de las revelaciones realizadas por el ex agente de
la CIA Edward Snowden
quien puso en conocimiento del mundo entero el espionaje que se realiza
por la NSA (Agencia de Seguridad Nacional estadounidense) a través del
llamado programa PRIMS. Ningún ciudadano del mundo puede tener confianza
ya en la privacidad de
sus relaciones telefónicas o en sus comunicaciones en INTERNET, ya que
desde el año 2008, según se comprueba por los documentos presentados por
el ex agente, las principales firmas que operan estos medios le dan
acceso a sus comunicaciones a las agencias de espionaje estadounidenses y
del Reino Unido de la Gran Bretaña, por lo cual se multiviola el
derecho a la privacidad no solo de los norteamericanos sino del resto de
los ciudadanos del mundo.
El complejo mediático dedica la mayor parte de sus trabajos
periodísticos a dar la mayor relevancia a la “traición” de Snowden, la
supuesta protección de China para permitir la salida del agente de Hong
Kong y ultimar al gobierno ruso para que entregue al perseguido,
acusándolos de colaboración contra el gobierno de EE.UU., lo cual fue
debidamente respondido por ambos países.
También el gobierno ecuatoriano ha sido amenazado con ver
perjudicados sus derechos arancelarios en el comercio con EE.UU. si
aceptaban dar asilo a Snowden. El presidente Rafael Correa
precisó que las decisiones de su gobierno serán tomadas de forma
soberana y sin la injerencia de otros estados aunque estos representen
al país más poderoso del planeta en el orden político y económico. ¿Con
qué derecho y con cuál moral se atreve el gobierno norteamericano a
reclamar la entrega de su desertor, cuando en este país se pasean por
sus calles impunemente criminales de diversos países reclamados por sus
asesinatos en las distintas latitudes y con las debidas solicitudes
cursadas de forma legal como la de Venezuela para capturar al criminal Luis Posada Carriles sin obtener ninguna respuesta?
Todo esto pasa en el país de la Gran Manzana y de Wall Street, en el
que la mayor parte de sus ciudadanos desconoce estas situaciones o no
las quieren ver. Solo nos cabe esperar que algún día despierten de su
letargo y hagan algo por recuperar el honor y la verdad de aquellos que
lucharon contra la colonia inglesa para fundar un país ejemplo de
humanidad y democracia.
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