Por Gilberto González García.
Un roble blanco fue sembrado en la mañana de este lunes, 29 de julio de
2013, en el Callejón de Hammel, para festejar el aniversario 60 de los
asaltos a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes, el
cumpleaños 59 de Hugo Chávez y en recordación del comunista español,
amigo de Cuba, Antonio Gimeno.
La iniciativa partió de los escritores e investigadores Adys Cupull y Froilán González, la Sociedad Cultural José Martí y el artista de la plástica Salvador González, quien brindó el espacio en terreno del proyecto cultural comunitario Excilia Saldaña del Callejón de Hammel.
“Este roble se llamará precisamente El árbol de Antonio –dijo Froilán González– en honor a este luchador que fue miembro del Comité Central Partido Comunista Español, solidario con Cuba, que desde muy joven decidió que, al morir, sus cenizas fueran dispersadas en las aguas que rodean nuestra Isla y de esa manera simbólica defenderla de la agresividad imperialista.”
“Estamos presentes, algunos de los que tuvimos contacto más directo con Antonio, para rendirle este justo homenaje –continuó Froilán–. Nos acompañan: un importante escritor como Enrique Cirules, la combatiente de la Sierra Maestra, Mercedes Sánchez Dotre; Luis Toledo Sande, también escritor emérito cubano, estudioso de José Martí y que fue consejero cultural de la embajada de Cuba en España. Está Avelina, luchadora de todos los tiempos y educadora en la Sierra Maestra, Andrea Iznaga, directora del proyecto sociocultural comunitario Cantata Martiana y muy especialmente nos acompaña la hija de Herminia, amiga de Antonio, recientemente fallecida”.
“Queremos que este árbol represente también a todos los combatientes de nuestro municipio Centro Habana, que ya han fallecido”, continuó explicando Froilán y amplió que simbolizará la amistad entre los cubanos y los buenos españoles, “esos que mencionó Martí”.
La postura de roble que se sembró esta mañana fue traído desde San Antonio de los Baños gracias a la colaboración de María Cristina Matos, presidenta del club martiano del municipio.
Enrique Cirules, expresó que “este árbol es también símbolo de la unidad entre los combatientes de la Guerra Civil Española y los combatientes de la Revolución Cubana y los que ahora batallan contra las pretensiones del fascismo contemporáneo, que intenta aplastar no solo el proyecto social que se desarrolla en Cuba, sino de América Latina y el Mundo. Este árbol demuestra que estamos alertas y en pie de lucha.”
“Antonio Gimeno era un hombre muy bueno, y además de su bondad y su honradez, hay que destacar su capacidad para ser fiel a sus principios e ideales, aún viendo como España se desmoronaba a su alrededor y enfrentando sectarismo y otras corrientes perjudiciales –expresó el escritor Luis Toledo Sande, amigo personal del escritor y humanista español– Era como los cristianos honrados, que llevan 21 siglos vejados, aplastados, burlados y siguen defendiendo lo que ellos creen que es digno –y cerró su intervención con la idea de que “quienes desertan cuando las cosas se ponen malas nunca fueron firmes.”
Por su parte, el artista y promotor cultural Salvador González agradeció que se hubiera aceptado sembrar el roble en terrenos del proyecto que él dirige: “Más que un árbol, es una obra del arte, de la escultura, de la sociedad, y la política y el símbolo de la firmeza.”
El proyecto socio cultural comunitario Excilia Saldaña se constituyó hace alrededor de dos años para trabajar con niños de la comunidad de forma que desarrollen habilidades para las artes, especialmente el grabado, la pintura, la escultura, la cerámica y la literatura. “Es un proyecto ambicioso, es como hacer una pequeña escuela vocacional en el barrio”, concluyó Salvador.
La iniciativa partió de los escritores e investigadores Adys Cupull y Froilán González, la Sociedad Cultural José Martí y el artista de la plástica Salvador González, quien brindó el espacio en terreno del proyecto cultural comunitario Excilia Saldaña del Callejón de Hammel.
“Este roble se llamará precisamente El árbol de Antonio –dijo Froilán González– en honor a este luchador que fue miembro del Comité Central Partido Comunista Español, solidario con Cuba, que desde muy joven decidió que, al morir, sus cenizas fueran dispersadas en las aguas que rodean nuestra Isla y de esa manera simbólica defenderla de la agresividad imperialista.”
“Estamos presentes, algunos de los que tuvimos contacto más directo con Antonio, para rendirle este justo homenaje –continuó Froilán–. Nos acompañan: un importante escritor como Enrique Cirules, la combatiente de la Sierra Maestra, Mercedes Sánchez Dotre; Luis Toledo Sande, también escritor emérito cubano, estudioso de José Martí y que fue consejero cultural de la embajada de Cuba en España. Está Avelina, luchadora de todos los tiempos y educadora en la Sierra Maestra, Andrea Iznaga, directora del proyecto sociocultural comunitario Cantata Martiana y muy especialmente nos acompaña la hija de Herminia, amiga de Antonio, recientemente fallecida”.
“Queremos que este árbol represente también a todos los combatientes de nuestro municipio Centro Habana, que ya han fallecido”, continuó explicando Froilán y amplió que simbolizará la amistad entre los cubanos y los buenos españoles, “esos que mencionó Martí”.
La postura de roble que se sembró esta mañana fue traído desde San Antonio de los Baños gracias a la colaboración de María Cristina Matos, presidenta del club martiano del municipio.
Enrique Cirules, expresó que “este árbol es también símbolo de la unidad entre los combatientes de la Guerra Civil Española y los combatientes de la Revolución Cubana y los que ahora batallan contra las pretensiones del fascismo contemporáneo, que intenta aplastar no solo el proyecto social que se desarrolla en Cuba, sino de América Latina y el Mundo. Este árbol demuestra que estamos alertas y en pie de lucha.”
“Antonio Gimeno era un hombre muy bueno, y además de su bondad y su honradez, hay que destacar su capacidad para ser fiel a sus principios e ideales, aún viendo como España se desmoronaba a su alrededor y enfrentando sectarismo y otras corrientes perjudiciales –expresó el escritor Luis Toledo Sande, amigo personal del escritor y humanista español– Era como los cristianos honrados, que llevan 21 siglos vejados, aplastados, burlados y siguen defendiendo lo que ellos creen que es digno –y cerró su intervención con la idea de que “quienes desertan cuando las cosas se ponen malas nunca fueron firmes.”
Por su parte, el artista y promotor cultural Salvador González agradeció que se hubiera aceptado sembrar el roble en terrenos del proyecto que él dirige: “Más que un árbol, es una obra del arte, de la escultura, de la sociedad, y la política y el símbolo de la firmeza.”
El proyecto socio cultural comunitario Excilia Saldaña se constituyó hace alrededor de dos años para trabajar con niños de la comunidad de forma que desarrollen habilidades para las artes, especialmente el grabado, la pintura, la escultura, la cerámica y la literatura. “Es un proyecto ambicioso, es como hacer una pequeña escuela vocacional en el barrio”, concluyó Salvador.
Más fotos del Callejón de Hammel: hacer Click Aquí.
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