No escribiré sobre la historia de tu vida,
si ya tantos han hablado de ella, algunos de manera muy acertada y otros que
sobrepasan el abismo de la falsedad. Estos últimos, quienes la manejan
convenientemente para ahogar tu ejemplo.
No te enjuiciaré por tus posibles errores,
humanos, o por “esos crímenes” que te adjudican quienes viven del cuento en
Miami, batistianos asesinos, o que invadieron y atentaron contra Cuba,
manchando la palabra libertad… una rara libertad pagada en dólares y bajo falsas
promesas del Tío Sam.
No haré recuentos de esos 638 intentos de
asesinatos contra tu vida, muchos de ellos cavilados desde territorio brutal, y
amparados vilmente por administraciones yanquis, como la que ahogo 14 mil vidas
en Hiroshima y Nagasaki.
No comentaré de cuántas millares de veces
te han pronosticado la muerte política o física y siguen esperando sumidos en
rabia, simplemente porque se les ha jodido la profecía y no lograron ser
noticias, sino un chisme pasajero más… claro está, nosotros nos alegramos de
que los gemidos de “impaciencias” de estas hienas se vayan a la mierda.
Pero sí te doy las gracias por:
·
Encararte con firmeza contra las
injusticias.
·
Por no dejar morir al apóstol en su
centenario y levantar un pueblo joven en la marcha de las antorchas.
·
Por despertar la rebeldía desde la
manigua redentora y poner en pie a todo un pueblo contra la dictadura servil al
imperialismo.
·
Por triunfar y llevar a cabo el
“Programa del Moncada” y hacer realidad la obra martiana.
·
Por darle a Cuba el instrumento
fundamental de su resistencia: la UNIDAD.
·
Por tu firmeza e impregnar de la
misma a todo el pueblo revolucionario.
· Por ser el arquitecto intelectual
fundamental de las conquistas alcanzadas en este medio siglo de Revolución.
·
Por darle voz propia a Cuba.
·
Por fortificar en millones la
fidelidad de un Camilo Cienfuegos y la confianza del Guerrillero del mundo: Che
·
Por enseñarnos a respetar a los
próceres de nuestra América.
· Por darnos un ideario humanitario,
solidario y, sobre todas las cosas, antiimperialista. Donde la solidaridad se
basa en el respeto, la incondicionalidad y el apoyo a que todos gocen de los
derechos elementales a una vida digna.
· Por instruirnos en que solidaridad
no se debe confundir con compartir lo que nos sobra; sino, compartir con
justicia lo que se tiene.
· Por brindarnos la posibilidad de
educarnos en principios éticos y valores humanos que no se codean con la
traición ni la vileza del engaño. En principios donde el ser humano tiene una valía
que no se tasa con el valor de lo material.
·
Por darnos la oportunidad de sentirme
orgulloso por haber nacido en un proceso que otros pueblos levantan como
bandera para el futuro.
·
Por enseñarle al mundo que “un mundo
mejor sí es posible”.
·
Por ser un eterno rebelde que
levanta pueblos.
·
Por ser, primero que todo, Fidel
para todos.
Fidel.
¡Felicidades en tu cumpleaños!
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