Tomado de CubaDebate.
Querido Rector de la ELAM, Dr. Rafael Ponce de León quien siempre me
emociona con su rememoración de las relaciones con Carrizo, de quien con
sencillez y humildad se reconoce su discípulo. Honrar, honra y la nueva
etapa que le corresponde a usted es tan grandiosa e histórica como la
que dirigió Carrizo.
Querida Ellen P. Bernstein, entrañable colaboradora del Reverendo
Lucius Walker, batallador contra el bloqueo y quien removió montañas
para traer solidaridad a Cuba.
Queridos profesores y directivos. Querida decana Licenciada Celia Ojeda, madre de los estudiantes de la ELAM, gracias por la invitación.
Queridos egresados y familiares: Muchas felicidades, hoy es un día
de júbilo y también de reflexión. Carrizo no pasaría por alto la
proximidad del cumpleaños de Fidel,
quien concibió este noble proyecto ELAM, no debemos olvidarlo, porque
en estos tiempos turbulentos en el mundo, se pierde la memoria en los
laberintos de la ingratitud y en la medida que los pueblos, los
individuos olvidan, no saben quiénes son, de donde vienen y hacia donde
van.
Me tomo la atribución de decirle: Comandante, reciba esta cosecha de
primavera que son sus más de 4 mil hijos -de esta IX graduación- nacidos
en el exterior, que bajo la pródiga custodia de 21 facultades de
medicina en el país, que han tributado al proyecto ELAM, se gradúan y
se suman como semillas, a los más de 16 mil médicos que en estos 14 años
germinan y se multiplican en más de 100 países.
Gracias Comandante, repiten una y otra vez los egresados y sus
familiares, y Carrizo, el rector –fundador de la ELAM, ausente hoy, le
podría decir con orgullo: Comandante la tarea fue cumplida y su sueño
realizado.
El proyecto ELAM es historia y constituye una de las páginas más
bellas del internacionalismo cubano, “la causa más bonita”, “la obra de
Dios en la tierra”.
Ahora haré como hacía Carrizo cuando aprendía algo nuevo, enseguida
lo compartía. Hace unos días me explicaba nuestra embajadora en Holanda,
quien fue mi alumna, el delicado y paciente cultivo de los tulipanes.
Para que florezcan los tulipanes hacen falta determinadas condiciones:
entre ellas que la tierra esté fría, caiga la nieve, se extienda y dure
la nevada, entonces cuando llega la primavera es que brotan y florecen
los tulipanes.
Para que hoy estemos reunidos celebrando el éxito de una graduación
masiva de egresados de su proyecto ELAM y para vivir como usted,
Comandante, ha vivido, se necesitan sueños y más sueños que hagan
germinar los tulipanes.
La ELAM creada por usted en 1999 ha dado cada año miles de médicos,
una invaluable contribución de recursos humanos a los países pobres.
Quienes formados en su doctrina de solidaridad e internacionalismo han
tenido como presupuestos el amor al prójimo, la vocación de servicio, el
humanismo, la ética, el altruismo, la consagración a la profesión,
alejados de las prácticas mercantilistas de la medicina que la conciben
como una mercancía y al paciente como un cliente. Portadores de una
sólida formación profesional, de un pensamiento científico y creativo
que les permita desempeñarse en cualquier medio, no solo para curar sino
para prevenir y desentrañar los enigmas que engendra la pobreza en los
cuerpos y el alma de los pobres, para contribuir a la sostenibilidad de
los sistemas de salud de los respectivos países. Ustedes marcharán a
los lugares más apartados, como allá donde están los garífunas a donde
un día llegó aquel hombre blanco que durante tres días esperó Luther con
las becas para hacerse médico.
A ellos, a ustedes, a todos, nos consta como decía Carrizo, que la
ELAM es una ventana abierta a la esperanza de los pueblos y no olviden
el sentimiento de las palabras de Fidel, cuando les decía que siempre
ustedes “serán los hijos de la Revolución Cubana”, sus hijos, “que
nacieron en el extranjero”.
A ustedes, Carrizo les reiteraría hoy, con palabras similares, lo que
en este Teatro decía “a los muchachos” en cada graduación “Ahora se
acerca la etapa más importante y compleja, se necesita inteligencia,
pasión y también paciencia para llevar adelante todos los proyectos que
llevan en mente, aplicar lo aprendido y ser agentes de cambio de los
cuadros de salud de sus respectivas comunidades, y necesitarán
perseverancia y voluntad para vencer los escollos que se presentarán en
sus caminos. Confiamos en ustedes, médicos de ciencia y conciencia y la
ELAM siempre será su casa.”
Ustedes regresan al decir de Martí: “…allá donde muy lejos las aguas
son más salobres, donde se sientan los pobres, donde se sientan los
viejos”. Mientras, aquí cuidamos y regamos la Idea, de uno de los
Hombres más sensibles de este siglo, Fidel, quien ha echado su suerte
con los pobres de la tierra, quien nos ha enseñado a sembrar tulipanes,
que quiere decir cuidar los sueños y hacer lo necesario para
convertirlos en realidad, con tenacidad y con amor, como ustedes y los
miles de egresados lo han hecho.
El futuro de los pueblos mucho dependerá de ustedes y está en las
Ideas que andarán entre el estetoscopio y sus manos, y serán los
misioneros, los guardianes, los ángeles de la salud como los pensara un
día Fidel.
Felicidades Comandante, Felicidades doctores.
Reciban el abrazo que Carrizo le daría a cada uno de ustedes.
Gracias!
Gloria León (viuda del Dr. Carrizo)
Palabras en la Graduación de la Escuela Latinoamericana de Ciencias Médicas
24 de julio 2013.
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