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| Foto: Gustavo de la Torre Morales. Posando, junto a otros niños del aula de mi hija Jessica de la Torre Olivero, en la Escuela Enrique Hárt Dávalos, Reparto de Sierra Caballo, Isla de la Juventud,Cuba. Mi hija, la primera a mi izquierda. |
Ayer
lunes, Cuba comenzó la mañana con la sonrisa atada como pañoleta. El
futuro de camino a un mismo destino, no importa si el tránsito era sobre
asfalto, terraplén o atravesando ríos en montañosos parajes. El mayor
templo del hombre nuevo abrió sus puertas: el aula.
¿Cómo se puede acusar a Cuba de "régimen totalitario" o "represivo" cuando aporta el mayor tesoro en la dignidad del hombre: la emancipación?
Ningún país terrorista tiene niñas y niños con la educación asegurada, las herramientas instructivas necesaria para enfrentar el mañana con mujeres y hombres plenos, dignos y, como verdaderos revolucionarios, con gran sentido solidario: un valor humano que se convierte en esperanza para tantos otros pueblos.
Mientras otros sólo dan tijeretazos en sus presupuestos educacionales, tergiversan la historia, manipulan sus programas para crear seres escasos de valores humanos y basados en la supervivencia a través del individualismo o manifiestan que "libertad" es lidiar con drogas o la muerte por armas de fuego en las escuelas; en Cuba hay la plena seguridad que las aulas no son campos para el barbarismo, sino para crear un mejor mañana, asegurando hoy la sonrisa de las niñas y niños.
Fotos de AIN, AFP y cuenta de FB Partido Comunista de Cuba
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