Manuel Alzugaray en el homenaje que le rinde el administrador ejecutivo de la Base Militar de EE.UU. Collin Caswell. |
Por Iroel Sánchez.
El pasado 26 de abril, fuerzas del
Ministerio del Interior cubano detuvieron a cuatro ciudadanos de origen
cubano y residentes en Miami, Estados Unidos, cuando planificaban
ejecutar acciones terroristas en el territorio nacional.
Según la información dada a conocer entonces, estas personas reconocieron que pretendían atacar instalaciones militares con el objetivo de promover acciones violentas. La
nota oficial decía que los detenidos “declararon además, que estos
planes se han estado organizando bajo la dirección de los terroristas
Santiago Álvarez Fernández Magriñá, Osvaldo Mitat y Manuel Alzugaray, quienes residen en Miami y mantienen estrechos vínculos con el connotado terrorista Luis Posada Carriles.”
El gobierno cubano anunciaba realizaría
“las gestiones pertinentes con las autoridades estadounidenses
competentes para investigar estos hechos y evitar oportunamente que la
actuación de elementos y organizaciones terroristas radicados en ese
país pongan en peligro la vida de personas y la seguridad de ambas
naciones”.
Días después de esa noticia, José Manuel
Collera, que fuera reclutado por la CIA pero que en realidad trabajaba
para la Seguridad del Estado cubana, reveló en el programa Mesa Redonda de la Televisión cubana que del Miami Medical Team
le habían preguntado por la posibilidad que existía, desde Cuba, de
desactivar los sistemas electrónicos de aeropuertos de EEUU. con el fin
de justificar una intervención militar contra la Isla. Los aeropuertos
eran el de Atlanta y el de Miami.
Manuel Alzugaray, uno de los señalados
por la nota del gobierno cubano como patrocinador de los terroristas
enviados a Cuba recientemente, es el presidente del Miami Medical Team y
había dicho semanas antes en declaraciones recogidas en el semanario Libre de Miami:
“lo que acaba de
ocurrir en Ucrania y ahora en Venezuela, debe marcar un punto de partida
para que Cuba también se libere de la dictadura castrista”.
“Cualquier ejemplo,
como en estos casos, debe tomarse como un ejemplo para crear también
soluciones y, por eso, en Cuba deben tomarse los campos, las calles,
las plazas, los edificios, todo, para que la oposición pueda liderar un
cambio pronto hacia la democracia”
“Todo cuesta y tiene un
precio y un sacrificio y eso lo saben los cubanos para que vayan
propiciando, como lo están haciendo, un giro hacia la libertad apoyados,
claro está, por fuerzas externas como en este caso es el exilio de
Miami”.
Con esos antecedentes y luego de que su
nombre apareciera vinculado a acciones terroristas, el señor Manuel
Alzugaray debería huyendo de las insituciones que en EE.UU.
tienen la obligación legal de enfrentar el terrorismo, especialmente
aquellas que lo hacen con las armas en la mano y mantienen encarcelados
sin juicio a sospechosos en un lugar como el terrorio de Cuba ocupado
ilegalmente por el ejército estadounidense en Guantánamo.
Pero no, según el semanario Libre, “en
una operación que desde hacía varias semanas atrás había preparado el
doctor Manuel Alzugaray con sus hombres”, el administrador ejecutivo del
territorio donde EE.UU. ha
torturado, alimentado a la fuerza y mantenido prisioneros en contra de
la legalidad a seres humanos sin probarle delito alguno por más de una
decada, Comandante Collin Coswell, recibió con saludo militar a
Alzugaray y sus acompañantes entre los que estaban el alcalde de Miami
Tomás Regalado, amigo y defensor de Luis Posada Carriles
y James Cason, ex jefe de la Sección de Intereses de Washington en La
Habana durante la administración Bush cuya misión confesa era hacer
estallar un conflicto militar entre Estados Unidos y Cuba?
En un acto de cipayismo insuperable los terroristas llaman, en su crónica sobre la excursión con la complicidad de los mandos militares estadounidenses, “tierra libre cubana” al territorio que EE.UU. hoya en Guantánamo en contra de la voluntad del pueblo cubano para conmemorar 20 años del campo de concentración que EE.UU.
instaló allí para evitar la llegada a territorio estadounidense de los
emigrantes ilegales que su misma política había llevado a lanzarse al
mar.
Los cipayos califican de “hecho
histórico” su viaje y terminan su escrito orgullosos “de haber estado en
las entrañas de una de las bases más impenetrables de los Estados
Unidos en el mundo donde se albergan como prisioneros los talibanes”.
Algún medio de comunicación a los que el
gobierno estadounidense no les permite hacer lo que estos señores
debería dirigirle al Pentágono, la Casa Blanca y el Departamento de
Estado la siguiente pregunta: ¿Cómo es posible que “una de las bases más
impenetrables de los Estados Unidos” reciba con honores a “Manuel
Alzugaray con sus hombres” que acaban de estar implicados en un acto
terrorista?
¿O es que el gobierno de Estados Unidos,
al ver la frustración de estas personas por no poder
penetrar instalaciones militares cubanas, lejos de investigarlos y
condenarlos, decidió consolarlos llevándolos a la instalación militar
que tiene ilegalmente en territorio cubano, donde paradójicamente
mantiene prisioneros a sospechosos de terrorismo a los que no ha podido
probar delito alguno? ¿Recuerda el gobierno de Estados Unidos que hace
pocos meses -en contra del sentido común, la evidencia y la opinión
pública de su propio país y del mundo- colocó a Cuba en su lista de
estados patrocinadores del terrorismo?
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