Por Octavio Fraga Guerra.
“Una investigación difundida por el editor del portal estadounidense
Mint Press News, Timothy McGrath, revela que Estados Unidos podría
estar involucrado actualmente en 134 guerras o conflictos armados en el
mundo” (1).
Esta demoledora nota la he tomado de la publicación Contrainjerencia,
que recomiendo seguir. A manera de invitación, diría que tiene la
virtud de proponer los más relevantes informes de actualidad
internacional distantes o ajenos a las políticas editoriales de los
grupos de comunicación hegemónicos en el mundo. Su estructura de
contenidos se nutre de los espacios alternativos, que forman parte de
una red información progresista, anticapitalista y altermundistas.
Todas ellas, empeñadas en neutralizar las sucesivas campañas de
desinformación que se van gestando en los mass media ante un escenario
claramente globalizador. Estas propuestas son vitales, ante la necesidad
de construir un pensamiento crítico a tono con estos tiempos. Un
escenario mediático, donde la banalidad, la desinformación y el
ocultismo de los temas medulares que urge entender y que en la era
actual andan desatados.
La nota citada señala en otras de sus partes. “Esa cifra
abarca todas las operaciones del Mando de Operaciones Especiales de
Estados Unidos, (Socom, por sus siglas en inglés), que a menudo son
clandestinas, y los asesoramientos y entrenamientos a militares”.
Estamos ante un contenido que debería de estar en las portadas de
todos los medios del mundo, una nota que no ha de pasar inadvertida.
Somos parte de esa realidad, nos toca de muchas maneras. Se impone ver
más allá de las cifras, de los datos contundentes claramente necesarios.
Detrás de esa información revelada, se suscriben palabras que son
sagradas en tiempos cada vez más guerreristas.
Soberanía, paz, integración, autodeterminación de los pueblos, son
términos esenciales e inherentes al ser humano. Sin olvidar el derecho
universal a la libertad individual ante la creciente invasión de las
redes de espionaje electrónico, que han sido debidamente documentadas y
denunciada por el australiano Julian Assange, el fundador de Wikileaks y
el norteamericano Edward Snowden, excontratista de la NSA (Agencia de
Seguridad Nacional).
Para jerarquizar esta nota a manera de muestra, tomaré como referencia una información publicada por diario digital Público, que en su edición del 28 de octubre de 2013, puso ante la opinión pública un titular en 49 caracteres. “EEUU interceptó más de 60 millones de llamadas en España” (2).
Esta noticia no afectó las relaciones entre ambos gobiernos. A lo sumo se supo que el presidente español, designó al “secretario
de Estado para la Unión Europea, Íñigo Méndez de Vigo, se entrevistará
con el embajador estadounidense en Madrid, James Costos”.
Esta clara violación de la soberanía de España, tocó también a países como Francia e Italia. La misma nota de Público da cuenta de ello. “La
información del espionaje a presidentes y primeros ministros, publicada
por The Guardian, vino a completar otras difundidas por Le Monde a
principios de semana sobre el espionaje masivo en el país galo y al
Elíseo. En el caso francés, según esos papeles de Snowden, fueron más de
70 millones de llamadas telefónicas en el mismo periodo de 30 días al
que se refiere el documento sobre España. Y este mismo lunes, el
italiano La Republica asegura que en las mismas fechas EEUU investigó 46
millones de llamadas telefónicas en Italia”.
España, líder en la tasa de paro juvenil de Europa con un 53,1 % en
este indicador, (3) acoge con beneplácito para el 2015 la realización de
ejercicios militares de la OTAN, cuya organización terrorista
internacional ha calificado con entusiasmo de “… un hito para la preparación de las fuerzas aliadas…”
(4). Para hacer rigor con esta noticia, se impone apuntar que las
recibe también Italia y Portugal. Cabe por tanto una pregunta.
¿Mariano Rajoy, el presidente de España, en correspondencia con los
60 millones de escuchas telefónicas premia al gobierno de los Estados
Unidos como hostelero de estas maniobras?
En la recién concluida 69 Asamblea General de la Organización de
Naciones Unidas (ONU), el Presidente del gobierno de los EE.UU y “Premio
Nobel de la Paz” Barack Obama, en un discurso a tono con su estilo
guerrerista amenazó a Rusia en términos claramente prepotentes. Sus
palabras no dejan margen a la duda: “Rusia tendrá que pagar por lo sucedido en Ucrania” (5).
A pesar de que no se presentado ante el mundo, ninguna prueba que
legitime la responsabilidad de Rusia en el “conflicto” desatado en
Ucrania, Obama sigue empeñado en impulsar una ola de guerra, que de
materializarse, sería de una dimensiones sin precedentes en la historia
de la humanidad.
En ese mismo discurso, tenemos que reconocer que el “Premio Nobel de
la Paz” ha revelado ante el mundo sus cualidades como humorista. Sin
dudas, ha dejado expectante a los productores de Hollywood como un
fuerte candidato como actor protagónico en futuros largometrajes que ya
se están cocinando para el deleite de todos. Los bocadillos reveladores
del galán Barack Obama no deja lugar a dudas: “los países grandes no
deberían hacer acciones para intimidar a los pequeños” y “EE.UU. seguirá
siendo una potencia pacífica”.
Notas
- http://www.contrainjerencia.com/?p=93869
- http://www.publico.es/internacional/477906/eeuu-intercepto-mas-de-60-millones-de-llamadas-en-espana-entre-finales-de-2012-e-inicios-de-2013
- http://www.eldiario.es/economia/paro-zona_del_euro-Eurostat-desempleo_juvenil_0_297470427.html
- http://www.europapress.es/internacional/noticia-otan-dice-ejercicio-acogera-espana-2015-sera-hito-preparacion-fuerzas-aliadas-20140123175251.html
- http://www.telesurtv.net/news/Obama-amenaza-a-Rusia-en-la-ONU-20140924-0043.HTML
No hay comentarios:
Publicar un comentario