martes, 10 de diciembre de 2013

Intervención íntegra del Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros de la República de Cuba, Raúl Castro Ruz, en el servicio memorial y homenaje internacional realizado en Johannesburgo a Nelson Mandela.

Tomado de MINREX.

Presidente Jacob Zuma:
Familiares de Nelson Mandela:
Altos Dignatarios:
Hermano pueblo de Sudáfrica:
Rendimos emocionado tributo a Nelson Mandela, a quien se reconoce como símbolo supremo de dignidad y de consagración inclaudicable a la lucha revolucionaria por la libertad y la justicia; como un profeta de la unidad, la reconciliación y la paz.
Junto a sus compañeros de lucha, dirigió a su pueblo en la batalla contra el apartheid, para abrir el camino hacia una nueva Sudáfrica, no racial y unida en la búsqueda de la felicidad, la igualdad y el bienestar de todos sus hijos, para superar las secuelas del colonialismo, la esclavitud y la segregación racial.
Ejemplo de integridad y perseverancia, encabezó luego el esfuerzo dirigido a la eliminación de la pobreza, la reducción de la desigualdad y la creación de oportunidades para todos.
Mandela es un ejemplo insuperable para  América Latina y el Caribe, que avanzan hacia la unidad e integración, en beneficio de sus pueblos, respetuosos de su diversidad, con la convicción de que el diálogo y la cooperación son el camino para la solución de las diferencias y la convivencia civilizada de quienes piensan distinto.
La Humanidad no podrá responder a los colosales desafíos que amenazan su propia existencia, si no lo hace mediante una nueva concertación de esfuerzos entre todas las naciones, como la vida de Mandela preconiza.
Cuba, que lleva en sus venas sangre africana, surgió en la lucha por la independencia y por la abolición de la esclavitud y, posteriormente, ha tenido el privilegio de combatir y construir junto a las naciones africanas.
Jamás olvidaremos el emocionado homenaje de Mandela a nuestra lucha común, cuando nos visitó, el 26 de julio de 1991, y dijo: “el pueblo cubano ocupa un lugar especial en el corazón de los pueblos de África”.
Recuerdo su entrañable amistad con Fidel Castro, símbolo de la hermandad entre africanos y cubanos, quien expresó: “Nelson Mandela no pasará a la historia por los 27 años consecutivos que vivió allí encarcelado sin ceder jamás en sus ideas; pasará porque fue capaz de arrancar de su alma todo el veneno que pudo crear tan injusto castigo; por la generosidad y la sabiduría con que en la hora de la victoria ya incontenible supo dirigir tan brillantemente a su abnegado y heroico pueblo, conociendo que la nueva Sudáfrica no podría jamás construirse sobre cimientos de odio y de venganza”.
¡Honor y gloria eternas a Nelson Mandela y al heroico pueblo de Sudáfrica!
Muchas gracias.

President Jacob Zuma
Relatives of Nelson Mandela
Distinguished dignitaries
Fraternal people of South Africa
We pay emotional tribute to Nelson Mandela, the ultimate symbol of dignity and unwavering dedication to the revolutionary struggle for freedom and justice; a prophet of unity, peace and reconciliation.
Alongside his comrades in the struggle, he led his people in the battle against apartheid, to open the way to a new South Africa; a non racial and united South Africa in its quest for happiness, equality and the wellbeing of all its children, a nation bent on overcoming the consequences of colonialism, slavery and racial segregation.
Setting an example of integrity and perseverance, he later headed the effort to eradicate poverty, reduce inequality and create opportunities for all.
Mandela offers an insurmountable example to Latin America and the Caribbean, which are currently moving towards unity and integration for the benefit of their peoples, on the basis of respect for diversity, and convinced that it is through dialogue and cooperation that discrepancies can be resolved and a civilized relationship established between those who think differently.
As Mandela’s life teaches us, only the concerted efforts of all nations will empower Humanity to respond to the enormous challenges threatening its very existence.
Cuba, a country born in the struggle for independence and for the abolition of slavery, and whose children have African blood running in their veins, has had the privilege of fighting and building alongside the African nations.
We shall never forget Mandela’s moving homage to our common struggle when on the occasion of his visit to our country on July 26, 1991 he said that “the Cuban people have a special place in the hearts of the peoples of Africa.”
I remember his bond of affection with Fidel Castro, a symbol of the fraternal relations between Africans and Cubans. Fidel has said: “Nelson Mandela will not go down in history for the 27 consecutive years he spent incarcerated without ever renouncing his ideas. He will go down in history because he was capable of cleaning-up his soul from the poison that such an unfair punishment could have planted there; and for his generosity and wisdom, which at the moment of victory allowed him to lead with great talent his selfless and heroic people, knowing that the new South Africa could not be built on hatred and vengeance.”
Eternal honor and glory to Nelson Mandela and to the heroic people of South Africa!
Thank you.

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