Por Lianet Arias Sosa (Prensa Latina)
Seguridad social, respeto a la
identidad de género y libertad religiosa son sólo algunas de las garantías
fundamentales que a juicio de cubanos y organizaciones del mundo se erigen
principios en esta nación caribeña.
El camino transitado por los nacidos
en este país desde el triunfo de la Revolución en enero de 1959, abrió las
puertas a una sociedad regida por una institucionalidad cuyo hilo conductor
-apuntan expertos- reside en la unidad.
Tal realidad no asombra, toda vez
que, en la historia de Cuba, las divisiones acontecidas en ciertos momentos de
las guerras de independencia o durante la primera mitad del siglo XX dieron al
traste con propósitos como la soberanía del país.
El propio Héroe Nacional, José
Martí, advertía la necesidad de alcanzar esa cohesión y creaba en 1892 el
Partido Revolucionario Cubano para aunar fuerzas en torno a la contienda
libertadora de 1895, denominada también Guerra Necesaria.
Por eso José Luis Toledo, presidente
de la Comisión de Asuntos Constitucionales y Jurídicos de la Asamblea Nacional
del Poder Popular afirmó recientemente que el principio esencial de la
institucionalidad democrática en Cuba es la unidad del poder.
Sin embargo, precisó, se reconocen y
respetan constitucionalmente las distintas funciones dentro de la organización
del Estado, es decir, la ejecutiva, la legislativa y la judicial.
Acerca del Partido único (Partido
Comunista de Cuba) existente en la isla, el diputado refirió que constituye un
elemento esencial y expresión de ese sentimiento de unidad de los cubanos,
"que no se debe confundir con la unanimidad de criterios".
Una muestra de ello radica en la
participación popular como elemento fundamental en la toma de decisiones dentro
del Estado, lo cual Toledo ejemplificó con el amplio proceso de consulta
popular realizado con vista a la aprobación de un nuevo Código Laboral.
En un panel que incluyó a expertos
de otras instituciones, el parlamentario consideró que toda la organización
institucional de la nación antillana está seriamente empeñada en salvaguardar
los derechos fundamentales.
Tales garantías contemplan no solo
las ya mencionadas, sino aquellas relativas a la salud y la educación, cuyo
acceso es gratuito, la lucha por la equidad de género, y el derecho al trabajo
y a la seguridad social.
José Barreiro, asesor de la Ministra
de Trabajo y Seguridad Social, resaltó por su parte que el Gobierno de la isla
garantiza el derecho al trabajo y a la protección a las personas incapacitadas
para ejercer una labor.
El especialista destacó que un
millón 670 mil personas aproximadamente son protegidas por el sistema de
seguridad social, y que más del 70 por ciento de la fuerza técnica en el sector
estatal es femenina, una evidencia del lugar que ocupan ellas en la sociedad.
En ese mismo sentido, aludió a la
inexistencia de discriminación por razones de género o color de la piel en el
trabajo, así como a la igual remuneración de hombres y mujeres.
Otro de los ámbitos en los que Cuba
expone logros, según el director de la Biblioteca Nacional, Eduardo Torres,
reside en las políticas culturales.
La creación del Sistema Nacional de
Bibliotecas Públicas, las facultades obrero-campesinas, las escuelas de arte y
el hecho de trabajar por que en toda comunidad del país exista una vida
cultural activa figuran entre los ejemplos.
Con relación al respeto a la libre
orientación sexual, el jefe del equipo de asesoría jurídica del Centro Nacional
de Educación Sexual, Manuel Vázquez, calificó de destacable la clara voluntad
política del Estado de avanzar en este sentido.
Aludió a la ampliación en la isla de
los espacios de debate, reflexión y diálogo en torno al tema, en un clima de
inclusión y respeto, y a la atención integral en materia de salud a las
personas transexuales, otro de los aspectos positivos, según consideró.
Por su parte, el presidente del
Consejo de Iglesias de Cuba, Joel Ortega, al aludir a la libertad religiosa,
aseguró que la iglesia de este país es una de las que más ha crecido en los
últimos años, y que cuenta con facilidades para su funcionamiento.
UNA MIRADA DESDE EL MUNDO
En opinión del diplomático de la
isla Luis Amorós, la obra cubana en materia de derechos humanos tiene amplio
reconocimiento internacional, a pesar de que Estados Unidos trata de presentar
una imagen diferente del país.
El jefe del departamento de Asuntos
Sociales de la Dirección General de Asuntos Multilaterales de la Cancillería
aludió en conversación con Prensa Latina a la presentación de Cuba ante el
grupo de trabajo del Examen Periódico Universal del Consejo de Derechos
Humanos, el 1 de mayo último.
Señaló que, de los 130 países
participantes, más de 100 reconocieron que La Habana presentaba una situación
muy positiva en esa área, no solo por la realización de estas en Cuba, sino por
su contribución en otras naciones.
Asimismo, añadió, muchos Estados
consideraron que el bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por
Washington desde hace más de medio siglo constituye el principal obstáculo para
esos derechos.
El prestigio cubano se evidencia
también en la elección de la isla al Consejo de Derechos Humanos para el
período 2014-2016, y el reconocimiento a la labor en cuanto a los derechos de
las féminas en el Comité contra todas las formas de discriminación de la mujer.
Aunque tergiversada por las
transnacionales de la información, la realidad de Cuba ha podido sortear
escollos y salir a la luz para mostrar la obra y los desafíos de este país en
el ámbito de las garantías fundamentales.
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