Por Arthur González.
No es secreto que la CIA, desde el mismo año 1959 en que triunfó la revolución cubana, está desarrollando Programas de Acciones Encubiertas para intentar derrocar al gobierno de Fidel Castro.
Tampoco es un secreto que hicieron lo posible y lo imposible para que Castro no venciera en la guerra contra el tirano Fulgencio Batista, hijo bastardo de la Casa Blanca que apoyaron con financiamiento, preparación y moderno equipamiento militar, a pesar de los cientos de miles de asesinatos cometidos. Las visitas a la Habana antes de 1959 del propio director de la CIA Allen Dulles y su inspector principal, así lo confirman.
El 8 de mayo del año 1961, Arthur Schlesinger, asistente especial del presidente John F. Kennedy, envió un memorando al Subcomité de acción política de la Fuerza de Tarea Cubana, publicado posteriormente por el Departamento de Estado en el volumen X del Foreign Relations, Cuba 1961-1962, en el cual establece que:
“Nuestra misión es redefinir el conflicto con Cuba, de modo que haga cambiar la opinión pública no solo en este hemisferio, sino también en Europa, África y Asia”. “Nuestro trabajo consiste en buscar modos y medios para demostrar que el conflicto esencial en Cuba es entre los comunistas y los libertarios”:
“Debemos tratar de enviar figuras anticastristas de intachable conducta personal a Europa…”
Está probado que Estados Unidos repite sus planes y programas, lo cual se ha hecho evidente en el caso cubano por más de medio siglo.
Para demostrar esta apreciación, demos un vistazo a lo publicado el 26.11.2013 por el sitio contrarrevolucionario español “Diario de Cuba”, creado con fondos de la CIA, donde se anuncia a toda vela que:
“El proyecto independiente Estado de SATS organiza los días 10 y 11 de diciembre en La Habana el Primer Encuentro Internacional sobre Derechos Humanos y Pactos de la ONU, como parte de la Campaña por Otra Cuba.” “El encuentro, cuenta con la colaboración del Foro Nuevo País y el Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH), entre otras organizaciones.”
En primer lugar vuelve a estar presente la manipulación de la información para intentar cambiar la opinión pública, con la malsana intensión de demostrar que “el conflicto esencial en Cuba es entre los propios cubanos y el gobierno revolucionario” y no de Estados Unidos contra Cuba.
La mentira se percibe desde el mismo llamamiento, pues ese proyecto no tiene nada de “independiente”, está creado a partir de los planes yanquis forjados en Estados Unidos durante la estancia en ese país de su figura pública, Antonio González-Rodiles, donde fue contactado por oficiales de la CIA quienes le dieron entrenamiento y financiamiento para la puesta en marcha del citado “proyecto”.
Otra prueba es la presencia de funcionarios diplomáticos norteamericanos de la Sección de Intereses en la Habana, “casualmente” algunos de ellos oficiales de la Estación de la CIA, para comprobar en el terreno el desempeño de González-Rodiles, su capacidad movilizativa, contenido de los encuentros y calidad de los asistentes para atraer a jóvenes capaces de transformar el proceso revolucionario.
Si fuera un proyecto independiente ¿por qué González-Rodiles tiene que visitar frecuentemente la misión diplomática norteamericana y recibir en su casa las visitas de control de los oficiales de la CIA?
Es público y notorio que los asistentes a sus “reuniones” son los mismos contrarrevolucionarios que integran a la vez varios grupúsculos creados, entrenados y financiados con parte del presupuesto que aprueba la Casa Blanca anualmente para las tareas de subversión contra Cuba, entre ellos la inculta y grosera Berta Soler, la bloguera oficialista de Washington Yoani Sánchez Cordero y Elizardo Sánchez Santa Cruz Pacheco, contrarrevolucionario que tiene el record de participación en más grupúsculos al mismo tiempo, de donde recibe dinero a manos llenas.
Supuestamente el evento incluirá paneles temáticos, muestras audiovisuales, una exposición con el tema arte y derechos humanos, pero realmente será una ocasión más para acciones provocativas y posteriormente amplificadas por los medios de prensa al servicio de los norteamericanos, algo añejo y conocido desde que se hiciera pública la “Operación Mockingbird”, donde se pone al descubierto que la CIA recluta en los medios de prensa a escala mundial para poder llevar a cabo sus actividades de influencia subversiva.
No es casual que los contrarrevolucionarios antes mencionados fueran los seleccionados por los yanquis para visitar varios países europeos y el territorio de Estados Unidos para apuntalar su maltrecha y fracasada política anticubana.
Esperemos entonces el próximo capítulo de esta vieja novela anticubana para comprobar su fracaso y la cruzada periodística preparada de ante mano para hacerlos “víctimas del comunismo”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario