miércoles, 14 de octubre de 2015

Dos formas, un mismo conflicto

Las Fuerzas Aeroespaciales rusas realizaron más de 150 ataques contra los objetivos del Estado Islámico en Siria. Foto: sputnik
Tomado de Granma
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Estados Unidos lidera desde hace más de un año una coalición internacional que bombardea Siria sin la venia del gobierno de Damasco y sin poder debilitar de manera eficaz al grupo terrorista Estado Islámico (EI).

Desde este 30 de septiembre, después que la aviación rusa iniciara sus bombardeos en territorio sirio a solicitud de las autoridades de ese país árabe, la atmósfera militar co­mienza a cambiar, con la deserción en masa de miles de te­rroristas y la perdida del 40% de la infraestructura de las bandas armadas.

Tras la reunión en Nueva York de los presidentes Barack Obama y Vladimir Putin, en el marco del periodo de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas, y las conversaciones posteriores, no existe una claridad sobre una unión estratégica entre EE.UU. y Rusia, pues Washington se sigue negando a aceptar la participación de Moscú aunque comparta algunos de sus objetivos.

Las dos potencias tienen puntos divergentes sobre cómo enfrentar la crisis en Siria, que además mantiene en vilo a Europa por la crisis humanitaria en sus fronteras ante la lógica avalancha de refugiados.

La posición norteamericana es que la derrota del Estado Islámico solo será posible si Al Assad abandona la presidencia. Como parte de su estrategia, al tiempo que combate a los que considera terroristas, otorga armas y financiamientos a grupos no menos radicales que tienen por objetivo derrocar al gobierno legítimo de Damasco.

Moscú no comparte esa estrategia y considera que la clave para detener la amenaza del EI pasa por respetar a las autoridades civiles sirias que por más de cuatro años han resistido los embates del terrorismo y las estrategias desestabilizadoras de Occidente.

Lo cierto es que Rusia ha logrado en pocos días destruir instalaciones, tanques y vehículos del EI con una efectividad superior a la de Estados Unidos y sus aliados en un año de operaciones aéreas.

Esta coalición intenta impedir el uso de la aviación del Ejército sirio como parte de su estrategia para derrocar el gobierno de Al Assad, mientras que el presidente ruso ha manifestado que los objetivos de las Fuerzas Armadas de su país son contra los equipos militares del grupo terrorista, y no contra la población civil como lo quiere hacer ver Estados Unidos.

El ministro de Defensa de Rusia, Serguéi Shoigú, declaró que buques de la Armada rusa han ejecutado más de 20 lanzamientos de misiles contra las posiciones de los extremistas del Estado Islámico en las cercanías las aguas del mar Caspio.

“Todos los blancos han sido destruidos mientras que la población civil no se ha visto afectada por el ataque. Los resultados confirmaron la alta eficacia de los misiles de largo alcance de casi 1 500 kilómetros”, añadió.

La intensidad de los bombardeos aéreos de Rusia contra el EI sigue aumentando. “Desde el 30 de septiembre hasta hoy, fueron atacados más de cien objetivos”, explicó. Entre los blancos destruidos por la aviación rusa se encuentran mandos de control de los terroristas,  así como depósitos de municiones y vehículos militares.

POLÉMICA MEDIÁTICA ATENTA contra la ESTABILIDAD DEl ATAQUE
 
El evidente éxito de esas operaciones ha desatado toda una campaña mediática con el objetivo de desacreditar la actuación rusa. Los países que forman la coalición hicieron un llamado a Rusia de dejar de bombardear objetivos distintos, en Siria, a los propuestos ante la ONU.

A través de un comunicado, la coalición expresó: “Exhor­tamos a la Federación de Rusia a cesar inmediatamente los ataques contra la oposición siria, los civiles y concentrarse en la lucha contra el EI”. A lo que la portavoz del Ministerio de Exteriores ruso, María Zakharova, respondió denunciando que varios medios de comunicación extranjeros han publicado informaciones falsas sobre víctimas civiles en Siria producto de los ataques realizados en coordinación con el Gobierno de ese país.

La vocera, en una entrevista concedida al canal Live News, denunció que inmediatamente después de la implementación del fallo del Consejo de la Federación de Rusia contra la organización terrorista, se han publicado en Internet fotos de niños destrozados y se alega que murieron como resultado de los ataques aéreos rusos. “Estas imágenes son falsas y tienen como objetivo cuestionar la transparencia de las operaciones rusas en conjunto con el Ejército sirio”, agregó.

Mientras, el presidente Barack Obama dijo en rueda de prensa que Rusia no debe crear obstáculos a la coalición internacional. A pesar de esto, el mandatario norteamericano también explicó que los militares estadounidenses han mantenido con sus homólogos rusos al menos una conversación para evitar posibles conflictos de intereses en Siria.

El vicecanciller Serguei Ryabkov aseguró el jueves último que Rusia insiste en intercambiar información de inteligencia con Estados Unidos y sus aliados para así demostrar que realmente ataca infraestructuras militares del EI.

“Nuestra propuesta de estudiar las informaciones de Estados Unidos, otros países de la OTAN y miembros de la coalición contra el EI está relacionada fundamentalmente con la necesidad de mostrarle a nuestros colegas que realmente atacamos en Siria las infraestructuras del EI”, explicó el viceministro.

SE ABRE LA NECESIDAD DEL DIÁLOGO
 
Rusia ha reclamado en varias oportunidades a Estados Unidos un diálogo más dilatado del que ha trazado hasta ahora la Casa Blanca. Moscú y Washington sostuvieron re­cientemente un breve coloquio para coordinar los ataques aéreos que se llevan a cabo sobre las posiciones de la organización extremista, pero las conversaciones han quedado estancadas.

El mandatario ruso Vladimir Putin apuntó la necesidad de cooperación entre el Ejército Libre Sirio (oposición armada) y el Gobierno sirio, y considera imprescindible colaborar con los principales actores regionales (Irán, Irak, Turquía y Arabia Saudí) y con Estados Unidos.

Putin y el titular de Defensa ruso subrayaron en un comunicado que la cooperación y coordinación de las acciones bélicas en Siria con la coalición internacional son necesarias para la derrota definitiva del autodenominado Estado Islámico.

Según la agencia RIA Novosti el mandatario pidió a los países extranjeros que proporcionaran a los militares rusos los objetivos que consideren de los grupos terroristas, y las Fuerzas Aeroespaciales de Rusia los atacarán. Los análisis de medios políticos y de prensa han manifestado que Estados Unidos tiene exiguas opciones para favorecer una solución al conflicto que excluya del proceso al presidente constitucional Bashar al-Assad.

Sin embargo Ash Carter, Secretario de Defensa de Estados Unidos, advirtió que su país no cooperará con Rusia en Siria, y calificó de “trágicamente equivocada” la táctica de Moscú en ese país. El jefe del Pentágono reiteró, sin embargo, la disponibilidad a mantener abierto un conducto de diálogo estrictamente militar para evitar incidentes en el impulso de las operaciones bélicas.

¿TERRORISMO BUENO Y MALO?
 
El viernes pasado apareció una publicación en el diario estadounidense The New York Times donde se asegura que los servicios de inteligencia de ese país pusieron fin a un programa de entrenamiento de las bandas antigubernamentales sirias, tras reconocer su fracaso.

El plan contaba con un presupuesto de unos 500 millones de dólares anuales y falló en sus intentos de producir una agrupación de fuerzas capaz de enfrentar en el terreno al EI en Siria, lo que demuestra la toma de decisiones de Washington alejadas de los estatutos de la ONU, tal y como planteara hace algunos días el canciller ruso, Serguéi Lavrov.

Ante todas las inculpaciones que la comunidad internacional arremete contra Rusia, la potencia aclaró que actúa con la aprobación de Siria y que se tutela por el derecho internacional al someter su propuesta a votación, durante el Consejo de Seguridad de la ONU.

En cambio, estos pasos no se han cumplido por la coalición que “lucha contra el terrorismo”, aseguró Lavrov. El Ministro de Información de Siria, Omran al-Zoabi, llamó a los militares sirios a desplegar una gran ofensiva en el terreno para lograr recuperar las zonas ocupadas y devolver la calma a sus pobladores.

Así se va organizando la guerra en Siria; por un lado la coalición internacional encabezada por Estados Unidos y por el otro Rusia y el Gobierno sirio.

Ambas partes continúan sin llegar a un acuerdo concreto debido a sus diferencias mayormente políticas.

Esto sin dudas causará la dilatación del conflicto armado, lo que trae como consecuencias el aumento del número de muertes, destrucción del patrimonio sirio y un incremento del alud de migrantes y refugiados sirios en países vecinos.

La clave de efectividad que han demostrado las fuerzas rusas, más allá de su indiscutible capacidad y entrenamiento militar, podría estar en un simple principio estratégico: no existe un terrorismo bueno y otro malo.

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