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Estados Unidos lidera desde hace más de un año una
coalición internacional que bombardea Siria sin la venia del gobierno de
Damasco y sin poder debilitar de manera eficaz al grupo terrorista
Estado Islámico (EI).
Desde este 30 de septiembre, después que la aviación rusa iniciara
sus bombardeos en territorio sirio a solicitud de las autoridades de ese
país árabe, la atmósfera militar comienza a cambiar, con la deserción
en masa de miles de terroristas y la perdida del 40% de la
infraestructura de las bandas armadas.
Tras la reunión en Nueva York de los presidentes Barack Obama y
Vladimir Putin, en el marco del periodo de sesiones de la Asamblea
General de las Naciones Unidas, y las conversaciones posteriores, no
existe una claridad sobre una unión estratégica entre EE.UU. y Rusia,
pues Washington se sigue negando a aceptar la participación de Moscú
aunque comparta algunos de sus objetivos.
Las dos potencias tienen puntos divergentes sobre cómo enfrentar la
crisis en Siria, que además mantiene en vilo a Europa por la crisis
humanitaria en sus fronteras ante la lógica avalancha de refugiados.
La posición norteamericana es que la derrota del Estado Islámico solo
será posible si Al Assad abandona la presidencia. Como parte de su
estrategia, al tiempo que combate a los que considera terroristas,
otorga armas y financiamientos a grupos no menos radicales que tienen
por objetivo derrocar al gobierno legítimo de Damasco.
Moscú no comparte esa estrategia y considera que la clave para
detener la amenaza del EI pasa por respetar a las autoridades civiles
sirias que por más de cuatro años han resistido los embates del
terrorismo y las estrategias desestabilizadoras de Occidente.
Lo cierto es que Rusia ha logrado en pocos días destruir
instalaciones, tanques y vehículos del EI con una efectividad superior a
la de Estados Unidos y sus aliados en un año de operaciones aéreas.
Esta coalición intenta impedir el uso de la aviación del Ejército
sirio como parte de su estrategia para derrocar el gobierno de Al Assad,
mientras que el presidente ruso ha manifestado que los objetivos de las
Fuerzas Armadas de su país son contra los equipos militares del grupo
terrorista, y no contra la población civil como lo quiere hacer ver
Estados Unidos.
El ministro de Defensa de Rusia, Serguéi Shoigú, declaró que buques
de la Armada rusa han ejecutado más de 20 lanzamientos de misiles contra
las posiciones de los extremistas del Estado Islámico en las cercanías
las aguas del mar Caspio.
“Todos los blancos han sido destruidos mientras que la población
civil no se ha visto afectada por el ataque. Los resultados confirmaron
la alta eficacia de los misiles de largo alcance de casi 1 500
kilómetros”, añadió.
La intensidad de los bombardeos aéreos de Rusia contra el EI sigue
aumentando. “Desde el 30 de septiembre hasta hoy, fueron atacados más de
cien objetivos”, explicó. Entre los blancos destruidos por la aviación
rusa se encuentran mandos de control de los terroristas, así como
depósitos de municiones y vehículos militares.
POLÉMICA MEDIÁTICA ATENTA contra la ESTABILIDAD DEl ATAQUE
POLÉMICA MEDIÁTICA ATENTA contra la ESTABILIDAD DEl ATAQUE
El evidente éxito de esas operaciones ha desatado toda una campaña mediática con el objetivo de desacreditar la actuación rusa. Los países que forman la coalición hicieron un llamado a Rusia de dejar de bombardear objetivos distintos, en Siria, a los propuestos ante la ONU.
A través de un comunicado, la coalición expresó: “Exhortamos a la
Federación de Rusia a cesar inmediatamente los ataques contra la
oposición siria, los civiles y concentrarse en la lucha contra el EI”. A
lo que la portavoz del Ministerio de Exteriores ruso, María Zakharova,
respondió denunciando que varios medios de comunicación extranjeros han
publicado informaciones falsas sobre víctimas civiles en Siria producto
de los ataques realizados en coordinación con el Gobierno de ese país.
La vocera, en una entrevista concedida al canal Live News, denunció
que inmediatamente después de la implementación del fallo del Consejo de
la Federación de Rusia contra la organización terrorista, se han
publicado en Internet fotos de niños destrozados y se alega que murieron
como resultado de los ataques aéreos rusos. “Estas imágenes son falsas y
tienen como objetivo cuestionar la transparencia de las operaciones
rusas en conjunto con el Ejército sirio”, agregó.
Mientras, el presidente Barack Obama dijo en rueda de prensa que
Rusia no debe crear obstáculos a la coalición internacional. A pesar de
esto, el mandatario norteamericano también explicó que los militares
estadounidenses han mantenido con sus homólogos rusos al menos una
conversación para evitar posibles conflictos de intereses en Siria.
El vicecanciller Serguei Ryabkov aseguró el jueves último que Rusia
insiste en intercambiar información de inteligencia con Estados Unidos y
sus aliados para así demostrar que realmente ataca infraestructuras
militares del EI.
“Nuestra propuesta de estudiar las informaciones de Estados Unidos,
otros países de la OTAN y miembros de la coalición contra el EI está
relacionada fundamentalmente con la necesidad de mostrarle a nuestros
colegas que realmente atacamos en Siria las infraestructuras del EI”,
explicó el viceministro.
SE ABRE LA NECESIDAD DEL DIÁLOGO
SE ABRE LA NECESIDAD DEL DIÁLOGO
Rusia ha reclamado en varias oportunidades a Estados Unidos un diálogo más dilatado del que ha trazado hasta ahora la Casa Blanca. Moscú y Washington sostuvieron recientemente un breve coloquio para coordinar los ataques aéreos que se llevan a cabo sobre las posiciones de la organización extremista, pero las conversaciones han quedado estancadas.
El mandatario ruso Vladimir Putin apuntó la necesidad de cooperación
entre el Ejército Libre Sirio (oposición armada) y el Gobierno sirio, y
considera imprescindible colaborar con los principales actores
regionales (Irán, Irak, Turquía y Arabia Saudí) y con Estados Unidos.
Putin y el titular de Defensa ruso subrayaron en un comunicado que la
cooperación y coordinación de las acciones bélicas en Siria con la
coalición internacional son necesarias para la derrota definitiva del
autodenominado Estado Islámico.
Según la agencia RIA Novosti el mandatario pidió a los países
extranjeros que proporcionaran a los militares rusos los objetivos que
consideren de los grupos terroristas, y las Fuerzas Aeroespaciales de
Rusia los atacarán. Los análisis de medios políticos y de prensa han
manifestado que Estados Unidos tiene exiguas opciones para favorecer una
solución al conflicto que excluya del proceso al presidente
constitucional Bashar al-Assad.
Sin embargo Ash Carter, Secretario de Defensa de Estados Unidos,
advirtió que su país no cooperará con Rusia en Siria, y calificó de
“trágicamente equivocada” la táctica de Moscú en ese país. El jefe del
Pentágono reiteró, sin embargo, la disponibilidad a mantener abierto un
conducto de diálogo estrictamente militar para evitar incidentes en el
impulso de las operaciones bélicas.
¿TERRORISMO BUENO Y MALO?
¿TERRORISMO BUENO Y MALO?
El viernes pasado apareció una publicación en el diario estadounidense The New York Times donde se asegura que los servicios de inteligencia de ese país pusieron fin a un programa de entrenamiento de las bandas antigubernamentales sirias, tras reconocer su fracaso.
El plan contaba con un presupuesto de unos 500 millones de dólares
anuales y falló en sus intentos de producir una agrupación de fuerzas
capaz de enfrentar en el terreno al EI en Siria, lo que demuestra la
toma de decisiones de Washington alejadas de los estatutos de la ONU,
tal y como planteara hace algunos días el canciller ruso, Serguéi
Lavrov.
Ante todas las inculpaciones que la comunidad internacional arremete
contra Rusia, la potencia aclaró que actúa con la aprobación de Siria y
que se tutela por el derecho internacional al someter su propuesta a
votación, durante el Consejo de Seguridad de la ONU.
En cambio, estos pasos no se han cumplido por la coalición que “lucha
contra el terrorismo”, aseguró Lavrov. El Ministro de Información de
Siria, Omran al-Zoabi, llamó a los militares sirios a desplegar una gran
ofensiva en el terreno para lograr recuperar las zonas ocupadas y
devolver la calma a sus pobladores.
Así se va organizando la guerra en Siria; por un lado la coalición
internacional encabezada por Estados Unidos y por el otro Rusia y el
Gobierno sirio.
Ambas partes continúan sin llegar a un acuerdo concreto debido a sus diferencias mayormente políticas.
Esto sin dudas causará la dilatación del conflicto armado, lo que
trae como consecuencias el aumento del número de muertes, destrucción
del patrimonio sirio y un incremento del alud de migrantes y refugiados
sirios en países vecinos.
La clave de efectividad que han demostrado las fuerzas rusas, más
allá de su indiscutible capacidad y entrenamiento militar, podría estar
en un simple principio estratégico: no existe un terrorismo bueno y otro
malo.
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