La secretaria de Comercio Penny Pritzker fue recibida en la Cancillería por el ministro Bruno Rodríguez. Foto: Roberto Ruiz |
Por Juana Carrasco Martíny Enrique Milanés Leó.
«Estamos aquí para ayudar a buscar nuevas oportunidades dentro de los
límites del embargo» —término de menor consistencia y alcance que
Estados Unidos utiliza para designar al bloqueo—, aseguró la secretaria
de Comercio de Estados Unidos, Penny Pritzker, en una rueda de prensa
con periodistas cubanos en la que explicó los intereses que la trajeron a
La Habana al frente de un equipo de expertos «de gran trayectoria en el
ámbito regulatorio» de los Departamentos de Comercio, del Tesoro y de
Estado.
Pritzker, quien expresó que era un placer para ella ser la segunda
miembro del Gabinete de Barack Obama en llegar a Cuba —el primero fue el
secretario de Estado John Kerry, quien el pasado 14 de agosto reabrió
la embajada estadounidense tras el restablecimiento de las relaciones
diplomáticas el 20 de julio—, señaló insistentemente que este ha sido un
viaje de reconocimiento, porque todavía hay mucho en los Estados Unidos
que se desconoce de la economía cubana, de su funcionamiento y del
sistema de exportaciones e importaciones y la distribución de los
productos en la Isla.
«El hecho es que todavía existe en EE.UU. mucho desconocimiento de la
economía cubana para poder entenderla a cabalidad, y es por eso que
estoy aquí», aseguró.
Este diálogo nos da la oportunidad de aprender los unos de los otros,
dijo, al tiempo que sustentó que albergaba la esperanza de que esta sea
la primera de una serie de reuniones «que nos permitan conocernos
mejor», en referencia al Diálogo Regulatorio entre funcionarios
estadounidenses y cubanos que sostuvieran en horas de la mañana del
miércoles 7 de octubre.
Destacó sus encuentros con el vicepresidente del Consejo de Ministros
Ricardo Cabrisas, el ministro de Relaciones Exteriores Bruno Rodríguez y
el ministro de Comercio Exterior e Inversión Extranjera Rodrigo
Malmierca, con quienes conversó sobre los siguientes pasos para
fortalecer las relaciones bilaterales.
En sus declaraciones a los periodistas cubanos, y en respuesta a una
de las preguntas, la Secretaria de Comercio resaltó que en sus
encuentros con los funcionarios cubanos pudieron conversar sobre el
alcance y las limitaciones de las medidas tomadas por su Gobierno,
aunque no enumeró esos márgenes que imposibilitan que las medidas
anunciadas desde enero por el presidente Obama puedan tener ejecución
práctica.
Sin embargo, afirmó que desde enero hay «avances notables» en el
ámbito de las relaciones, mencionando el aumento de los viajes de
estadounidenses a Cuba —aunque sigue vigente la prohibición de los
viajes turísticos que refrendarían el derecho de los norteamericanos a
viajar libremente—, y las posibilidades que han abierto para las
empresas de telecomunicaciones —facilidades no permitidas a otras
empresas estadounidenses que también tienen interés en establecer
negocios con Cuba, pero se lo impiden mecanismos como la prohibición del
uso del dólar estadounidense en las transacciones internacionales
cubanas, el no permitir el otorgamiento de créditos y la imposibilidad
de que entidades de la Isla abran cuentas en bancos estadounidenses,
obstáculos sustanciales para que pueda existir un normal desarrollo de
relaciones económicas.
Mencionó también que había aumentado la cantidad de remesas «que se
pueden enviar a Cuba, y autorizamos la venta de productos y servicios
que pueden usar los empresarios cubanos».
A pesar de las limitaciones impuestas por el bloqueo, la secretaria
Penny Pritzker consideró que este viaje se da en un momento muy
importante para la historia de los dos países, agradeció la cálida
bienvenida y apuntó que ha sido un placer estar en este bello país y
reunirse con los dirigentes y este pueblo, antes de detallar que había
visitado la Zona Especial de Desarrollo del puerto del Mariel, donde
conoció de los planes que «tienen para su desarrollo futuro».
También consideró como «experiencias muy especiales» su encuentro con
los integrantes de la cooperativa que remodela el Capitolio Nacional de
La Habana, y su recorrido por La Habana Vieja, donde visitó pequeños
negocios locales y sitios culturales.
La Secretaria de Comercio de los Estados Unidos, quien llegó a La
Habana el martes 6 de octubre, concluyó en la noche del miércoles su
visita a Cuba, durante la cual dijo que había tratado temas muy
técnicos.
El ministro de Exteriores Bruno Rodríguez Parrilla recibió en la sede
de la Cancillería a Penny Pritzker y previamente, la Secretaria de
Comercio había sostenido un encuentro con Rodrigo Malmierca Díaz,
ministro cubano de Comercio Exterior y la Inversión Extranjera, en el
que funcionarios de los departamentos de Tesoro, Comercio y Estado y
representantes de ministerios y empresas cubanas evaluaron el alcance de
las medidas adoptadas por la Casa Blanca para flexibilizar elementos
del bloqueo a nuestro país.
Por la parte cubana participaron en el intercambio, entre otros altos
funcionarios, la directora general y el vicedirector general de Estados
Unidos en el Ministerio de Relaciones Exteriores, Josefina Vidal y
Antonio Machín, respectivamente.
Al inicio del encuentro con la Secretaria de Comercio, Malmierca
afirmó que el proceso de la normalización de relaciones no es sencillo,
dados las diferencias y problemas acumulados, pero destacó que ambas
partes tienen la voluntad de avanzar. El Ministro señaló que Cuba
aprecia las medidas del presidente Obama para reducir el alcance del
bloqueo, pero acotó que desde este lado consideramos que son
insuficientes y que se debe trabajar para eliminarlo completamente.
Malmierca sostuvo que el bloqueo es el principal obstáculo para
alcanzar relaciones normales entre Cuba y Estados Unidos y que se puede
trabajar, incluso antes de llegar al Congreso, si se aprovechan
plenamente las prerrogativas de que dispone el Presidente
estadounidense.
En tanto, Penny Pritzker elogió la decisión valiente que en diciembre
tomaron los mandatarios de Estados Unidos y de Cuba y dijo que la
flexibilidad es el comienzo del proceso. «El objetivo de trabajo de esta
semana es aprender», afirmó antes de agregar que el cambio en la
política se arraiga en el deseo fundamental de mejorar la vida de los
pueblos de ambos países.
La Secretaria de Comercio norteamericana declaró que su país no
pretende que los cambios aplicados transformen la vida de los cubanos de
la noche a la mañana. El efecto que pueden tener en el pueblo de Cuba
—aseguró— depende del Gobierno cubano, una aseveración que desconoce las
esenciales limitaciones y obstáculos que impone el bloqueo, en especial
el impedimento a la utilización del dólar estadounidense y la
prohibición de acceder a créditos, lo que obliga a Cuba a pagar por
adelantado y al contado sus compras a empresas norteamericanas. También
pasa por alto las prerrogativas que asisten al presidente Obama para
flexibilizarlo.
Pritzker señaló en el preámbulo de las discusiones que está
convencida de que, si toman juntos las medidas necesarias, Estados
Unidos y Cuba pueden lograr una relación abierta.
El 18 de septiembre último, los departamentos del Tesoro y de
Comercio de Estados Unidos emitieron revisiones adicionales a los
Reglamentos de Control de Activos Cubanos y los de Administración de
Exportaciones, medidas que se inscriben en la dirección correcta, pero
no resuelven los principales obstáculos y limitaciones.
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