Por Alirio Contreras
“Y Chávez, por su parte, respondía como lo hacen los
revolucionarios, con palabras de amor. Con palabras creadoras hizo
leyenda y poesía para la vida. Y fue con él que nació el Festival
Mundial de Poesía, que ahora llega a sus 10 años”
Quiebra la palabra el horizonte de la historia, llegan las voces y
toman vuelo, se hacen cosas también. Al comandante Hugo Chávez lo
pintaron como cavernícola en la campaña de 1998. Un día un compañero
llegó con un panfleto a la Escuela de Letras para pegarlo en la
cartelera, decía que Chávez iba a cerrar las universidades, las iglesias
y no recuerdo cuántas cosas más. Le dije al amigo que en la cartelera
del Centro de Estudiantes no podía colocar eso, que además de mentira,
me obligaría a colocar publicidad a favor del candidato de la
Revolución.
La palabra puede ser usada para mentir, dañar y hasta asesinar, como
ocurrió el 15 de abril cuando se usó para dar la orden de descargar en
la humanidad de los revolucionarios el odio y capricho de un candidato
perdedor. Pero volviendo a nuestro punto, Chávez fue, como lo dijo el
presidente Nicolás Maduro, el más vilipendiado. La palabra contra Chávez
se usó reiteradamente para sembrar temores y rechazo en el pueblo
opositor.
Y Chávez, por su parte, respondía como lo hacen los revolucionarios,
con palabras de amor. Con palabras creadoras hizo leyenda y poesía para
la vida. Y fue con él que nació el Festival Mundial de Poesía, que ahora
llega a sus 10 años. La respuesta del pueblo fue y es masiva, rompiendo
el paradigma de que la poesía no le gustaba a “la gente”; es decir, a
las mayorías, porque éstas eran incultas. Así piensan aún algunas castas
“intelectuales”, aristócratas de la palabra.
Un amigo consultaba a Guillermo Sucre Figarella sobre la función
poética en la película “El lado oscuro del corazón”, y los poemas de
Mario Benedetti. Guillermo Sucre inclinó su cabeza, como acostumbraba a
ver por debajo del hombro, lo vio directo a los ojos por encima de sus
lentes y le dijo ¿usted lee eso?
Y sí leemos “eso”, porque la poesía en boca de muchos y en el corazón
de todos puede hacer de este mundo un lugar mucho mejor. El presidente
Chávez, por cierto, condecoró a Mario Benedetti en Montevideo poco antes
de su partida. Estoy seguro que después de eso, muchos más leen a ese
inclaudicable poeta revolucionario. Por eso el comandante Chávez es el
homenajeado en esta edición, por resucitar la cultura para el Pueblo,
sin duda, el más nuestro de los nuestros.
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