Por Antonio Aponte.
La construcción del Socialismo en países de poco desarrollo del
capitalismo ha sido motivo de polémica en el movimiento revolucionario
mundial.
El dogmatismo etapista postulaba que el alto desarrollo de las fuerzas
productivas era indispensable para que una sociedad hiciera Revolución
Socialista. Por lo tanto, estos países, antes de Revolución Socialista
tenían que agotar una etapa de Revolución democrática burguesa, dirigida
por la burguesía, que desarrollara las fuerzas productivas, de allí el
pacto con las burguesías nacionales, concederle la dirección de los
intentos revolucionarios.
Esta es la base ideológica de tanto fracaso libertario en América Latina.
La llegada de la Revolución Cubana
trajo la posibilidad de hacer Socialismo en países con poco desarrollo
capitalista, reafirmó la idea de la importancia de la relación no
mecánica de la conciencia con las condiciones materiales. Veamos.
El Che en la polémica con Bettelheim se preguntaba:
“¿Cómo
se puede producir en un país colonizado por el imperialismo, sin ningún
desarrollo de sus industrias básicas, en una situación de
monoproductor, dependiente de un solo mercado, el tránsito al
socialismo?”
Respondía que era posible, y después de argumentar concluía:
“Las
esperanzas en nuestro sistema van apuntadas hacia el futuro, hacia un
desarrollo más acelerado de la conciencia y, a través de la conciencia,
de las fuerzas productivas.”
He aquí la clave del pensamiento Guevariano, y lo importante de su
aporte: es la capacidad de la conciencia de dirigir el desarrollo de las
fuerzas productivas, lo que hace posible el Socialismo en países de
poco desarrollo.
Toda la historia de la Revolución Cubana es la historia del desarrollo de esta concepción, se manifiesta desde el Moncada: “un motor pequeño para impulsar un motor grande”, es decir, un acto de conciencia para despertar la conciencia de un pueblo. Se manifiesta en la Sierra Maestra,
en la convivencia socialista de la guerrilla donde la suerte de uno era
la suerte del todo, y el todo se importaba por la suerte de cada uno,
determina, sin duda, una cultura del pueblo cubano.
¿Cómo se puede producir, aquí en Venezuela el tránsito hacia el Socialismo?
La enseñanza es una: En países de poco desarrollo es la conciencia la
que dirige el desarrollo de las fuerzas productivas y por lo tanto el
camino hacia el Socialismo.
Ahora que la Revolución Bolivariana
entró en etapa de definición, debemos preguntarnos ¿cuál es el próximo
paso en este camino hacia el Socialismo. Cómo desarrollar las fuerzas
productivas, como trasladar la fuerza, el ímpetu, la hermandad que
venció en abril y diciembre a la economía?
Es necesario un foco de irradiación de la conciencia socialista, de la fraternidad al resto de la nación. Este foco lo fue la Sierra Maestra para la Revolución Cubana, aquellas eran condiciones de guerra. Para la Revolución Bolivariana, que es pacífica, el foco de irradiación de conciencia, de eficacia, de ejemplo socialista es la Zona Socialista, desde allí se debe expandir en todos los terrenos la nueva relación humana.
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