viernes, 14 de febrero de 2014

Hay cinco héroes que siguen teniendo la llama de nuestro martirologio encendida.

“Ponme en tu corazón, como un sello en tu brazo”.
Cantar de los cantares.
Un día
Todo está oscuro, y en desesperación, en
Agonía
Uno quiere morir
Pero otro día
El velo suavísimo, y profundo del amor
Lo ilumina todo.
Y entonces uno quiere vivir
Porque la vida, con alegría apoyada
Al delicado brazo del amor,
Más poderosa es que la muerte.
                                                        Emilio Sagourín Fornaris

Pero el amor no es una expresión de sentimiento carnal; su concepto va allende, a toda la esfera social, política y cultural del hombre. 

Expresión fidedigna y diáfana reafirmación del uso conceptual de “Amor”, se muestra en toda la vida y obra del Apóstol de la Revolución cubana: José Martí y Pérez. 

No hay mayor expresión de amor a la humanidad que la demostrada por José Martí en su infranqueable convicción de luchar por la libertad de los pueblos oprimidos, su total entrega a la defensa de su Patria y la dignidad entera del hombre, su optimismo en el mejoramiento del futuro y el uso útil de la virtud, su explícita confesión sentimental tallada con tinta en sus poemas y epistolario. Jorge Lozano Ros lo revalida al expresar: “Para Martí un hombre logra la felicidad en el terreno personal cuando piensa lo bello, siente lo grande, ama una mujer, sirve a la Patria, habla su lengua o escribe un libro. Pero todo aquello es legítimo moralmente si ‹‹con presentes dichas enamora y canta agradecido la buena forma y el buen empleo de la existencia››”.

El ideario martiano ha consolidado la pasión de lucha de todo un pueblo identificado con su proceso social y político, en la defensa de la independencia y soberanía de la Patria. Un fervor enarbolado con sentimientos abanderados con sincera solidaridad en su quehacer cotidiano, amén de enfrentar estoicamente las constantes agresiones imperialistas.

Con ese mismo amor aguerrido y lleno de desprendimiento, entregado al día a día, cinco cubanos fueron llevados injustamente a diferentes cárceles de los Estados Unidos. Su único delito es defender a la Patria y a la humanidad de organizaciones terroristas ancladas en territorio norteamericano y que operan, en la mayoría de las ocasiones, bajo el paraguas protector del propio gobierno y sus instituciones oficiales de inteligencia. 

Antonio Guerrero Rodríguez, Fernando González Lort, Gerardo Hernández Nordelo, Ramón Labañino Salazar y René González Sehwerert (este último se encuentra en Cuba, después de haber sido liberado en octubre de 2011, tras haber cumplido 15 años de privación de libertad), fueron detenidos y sentenciados por el sistema judicial imperialista, en procesos apañados con perversa complicidad para intentar destruir las conquistas alcanzadas por el pueblo cubano en este más de medio siglo de Revolución.

Estos cinco héroes llevan en sus corazones un sentimiento más grande que ellos mismos: el amor a Cuba.

He conservado intacto tu paisaje
en este paso por rasgados rocíos
y a pesar de propuestas de desvíos
no he cambiado mi ruta y mi carruaje.
No he olvidado tus grietas y tus cumbres
ni he apartado tu dignidad ilesa.

Claro que volveré, uno siempre regresa
si el profesado amor no es tan sólo costumbre.
Y mientras aguardemos el reencuentro indudable,
sin renunciar a nada de lo que hemos vivido,
sin ceder ni siquiera un segundo al olvido,
estaré con firmeza y pasión entrañable
sustentando el valor y el honor que nos funda,
abrazando tu sueño en mi prisión fecunda.
                                                                                Antonio Guerrero Rodríguez.

El imperialismo yanqui no cesa en su objetivo contra Cuba y para ello emplea todas sus alternativas, desde el mercenarismo de lacayos internos que levantan un show mediático para cobrar lisonjas hasta el natural desespero que crea las necesidades materiales y económicas creadas por el bloqueo económico. 

Pero sin confundir conceptos ni esconderse en excusas, la alienación, el desentendimiento y la irresponsabilidad  son actitudes que también sirven para destruir toda la obra alcanzada en estos 54 años.

Por eso, a todos lo aquellos que sienten las brazas de este sentimiento noble en los salones de su corazón, los invito a poner mayor dedicación a todo aquello que merezca nuestro amor y haremos una vida más admirable para todos los que alcancen nuestro espacio sobre esta tierra. 

Hay cinco héroes que siguen teniendo la llama de nuestro martirologio encendida. Ellos son el ejemplo de sacrificio, abnegación, entrega y patriotismo.

El Regreso_Pintura_ Iván Carbonell Machuty
 

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