La República Bolivariana de
Venezuela está afrontando situaciones adversas, derivadas de actos de
violencias generados por una oposición apoyada en la derecha de la burguesía
nacional y financiada desde los Estados Unidos, con el objetivo de procrear
excusas que lleven al país al caos de una guerra intestina y ésta sea el
subterfugio o puerta abierta para una intervención imperial.
Primero la creación de
desabastecimiento a la población por el acaparamiento y/o retención de
provisiones por parte de empresas privadas, con el simple objetivo de crear
descontento social y que condujera a protestas, desequilibrio económico e
irresponsabilidades que sirvieran de alimento a la propaganda.
Ahora son lanzamiento de
piedras, amedrentamiento a barrios o personas identificados con el proceso
socialista venezolano, alambradas contra motoristas, desparrame de aceite en
carreteras con el perjuicio de provocar accidentes a inocentes y un largo
etcétera.
Lamentablemente algunas
figuras de alcance internacional se han hecho ecos de los intereses imperiales,
levantado falsas acusaciones contra el gobierno bolivariano de Nicolás Maduro,
sin respeto alguno por ser consecuente con la realidad del país hermano.
Recientemente, el cantautor
Rubén Blades se ha enzarzado en una demagógica controversia, al estilo “Camaleón”
de quienes verdaderamente agreden a Venezuela, tanto desde fuera como desde
dentro, arguyendo razones cortas o a medias.
“Si estás a
favor de la oposición, eres un burgués parásito, agente de la CIA, vendido al
Imperio. Si favoreces al gobierno eres un comunista, maleante, vendido a Cuba y
a los Castro. Ninguna de estas definiciones habla de Venezuela y de su
necesidad. Solo pintan el odio y la expectativa personalista de quien esgrime
el argumento, impidiendo la posibilidad de un diálogo inteligente y patriótico.”
(Fragmento de la carta de respuesta al Presidente Maduro, el 18 de
febrero de 2014)
“Los comentarios expresados por mí, en relación con la difícil situación que
hoy vive Venezuela, no son derivados de las noticias de CNN, o de Univisión, o
cualesquiera otra fuente noticiosa, “imperialista” o no. Nacen de cartas,
comentarios y de reflexiones hechas por amigos, dentro y fuera de
Venezuela, y de la lectura cuidadosa y analítica de
innumerables publicaciones, tanto afectas como antagonistas a su gobierno.
El carácter diverso del material que usualmente escojo para mis lecturas,
tiende a nutrir amplia y objetivamente mis puntos de vista.
“No me he sumado, consciente o inconscientemente, a ningún tipo de complot
orquestado por la C.I.A., ni formo parte de ningún "Lobby
Internacional" con el propósito de crear mala publicidad para gobierno
alguno.” (Fragmentos de carta de respuesta al Presidente Maduro, el
20 de febrero de 2014).
Cuando leí cuidadosamente
estas palabras de Rubén Blades, las cuales escribe en sendas contesta mencionadas,
debo decir que no pude evitar el que viniera a la mente fugazmente el
terrorista Carlos Alberto Montaner. Aclaro que no fue porque el cantautor
cometiera fechorías inhumanas como este consabido agente de la CIA; sino por el
símil de que éste terrorista también se enzarzó en misivas contra el trovador cubano Silvio
Rodríguez, donde masculló similares argumentos sobre ser o no ser un agente
imperial, o ser catalogado o no catalogado un “vendido a los “Castro””.
Entrecomillo la palabra “Castro”,
ya que es la manera que quienes sirven al imperialismo usan para nombrar a
Fidel y a Raúl. No sé si fue por omisión del cantautor o por imitación, digamos
involuntaria.
Dar una mirada a la obra
musical de Rubén Blades es acercarse inteligentemente a la lucha de los pueblos
latinoamericanos contra el único diablo: el imperialismo. El único mal que los
ha invadido, los ha explotado, los ha subyugado y los ha sumido en gobiernos
títeres a sus intereses geopolíticos y económicos. Sin embargo, leer ambas
cartas de contestación de Rubén Blades a Nicolás Maduro es alcanzar una abismal
decepción a la persona que con su música sirvió de garganta para nuestros
pueblos.
¿Qué te ha cambiado, Rubén? ¿El
coqueteo con Hollywood? ¿El acercamiento al inmerecido Nobel de la Paz, Barack Obama?
Por cierto, nunca hemos leído una carta tuya condenándolo por firmar las ilegales
operaciones de asesinatos con drones en otros países, donde han muerto cientos
de inocentes, que muy oportunamente les denominan “daños colaterales”.
El socialismo, para fortuna
o no de quienes defendemos sus principios, no es un proyecto basado en
referencias específicas pasadas sobre las cuales trabajar, sino teorías sobre
las cuales erigir proyectos propios, adecuados a cada lugar según sus
condiciones contextuales. Pero quienes han sabido interpretar a estos clásicos
(Marx y Engels) y comprender los tiempos y sus cambios, como es el caso de Fidel Castro, tienen
la plena certeza que no son recetas para llevar como un esquemático catecismo
ni extrapolar a camisa de fuerza mental. Estimo que la mención de Fidel Castro,
por parte del cantautor, habrá sido por plena confianza a la sabiduría
demostrada por el líder cubano en estos 55 años de Revolución. De lo contrario,
habría que preguntarle: ¿Habrás leído alguna vez a Fidel? Si es afirmativo, entonces
comprenderás que aunque Cuba está presente en Venezuela, es sólo ayuda
solidaria y humanitaria. Los venezolanos saben cuál es el camino que desean y
cómo hacerlo a sus propias condiciones. No reciben fórmulas allende a su
situación específica. La amistad y la cooperación no se condicionan con proyectos
ajenos. Del capitalismo no podemos decir lo mismo, porque el hombre se
convierte en el propio enemigo del hombre y las políticas neoliberales son para
el beneficio de un reducido 1%.
El Gobierno Bolivariano de
la hermana Venezuela aboga al intercambio basado en el respeto a la diversidad,
sin imposiciones por la fuerza. Un pacífico llamado que no ha recibido la misma
reciprocidad por parte de quienes le agreden constantemente.
Rubén, si has logrado constatar tantas
fuentes para dictarse una idea propia de la situación en Venezuela, no son
necesarias que sean precisamente de izquierda o derecha, sino de organizaciones
internacionales con carácter neutral (ONU, UNICEF, FAO, OMS, etc.) que avalan seriamente
al proceso socialista venezolano por inalcanzables logros sociales frente a esos
gobiernos anteriores que fueron serviles al imperialismo y a los intereses de
la burguesía nacional aún existente.
Es bueno que lleve consigo
el alma de Venezuela, por el amor que su pueblo le ha brindado. Pero tenga en cuenta que dentro de esos artistas
mencionados por usted y con los que dice gozar de amistad legendaria, hay un
Oscar de León que visitó mi Patria con sentido artístico y regaló de sí su
mejor música para el pueblo cubano; pero una vez fuera y presionado por la
derecha miamense, vomitó forzados comentarios para no ver “comprometida” su
popularidad en el mundillo capitalista y, por supuesto, sus ingresos.
Creo bastante paradójico que
plantees críticas contra el gobierno bolivariano, escudándote en el mencionado ““do ut des”, un te doy para que
me des”, cuando tú mismo, que tanto has criticado al capitalismo en tus
obras musicales, te hayas enrolado en su industria fílmica y que no deja de
parir “obras” con carácter propagandístico bien adverso contra nuestros países,
o a disfrutar de oportunos intercambios de risitas con Obama, el principal
representante del imperialismo y su perversa maquinaria de agresiones a tanto
países en este mundo, enarbolando falsas banderitas de libertad y democracia.
Esos a los cuales “indirectamente” justificas
por hacer “reclamos” por medio de la violencia en las calles de la hermana
Venezuela, son las marionetas accionadas por los mismos indivisibles hilos
provenientes de los más interesados en hacer de ese país otra Honduras, otra
Colombia y, principalmente, otro Irak. Los poderes económicos privados. Esos que
sumisamente aceptaron la basificación del antro “Escuela de las Américas”. Esos
que siguen dejando la puerta de entrada a la USAID, la NED, el IRI y otras
tantas tapaderas de la CIA para subvertir nuestros procesos con el
financiamiento a mercenarios internos y externos.
Me alegra mucho que reconozcas que los
procesos de izquierda tienen dentro de sus programas políticos el crear
mayores oportunidades para todos los sectores de la población (principalmente
los más desvalidos); pero no pases por alto que cualquier país, con cualquier
sistema político, tiene que establecer relaciones comerciales con otros, amén
de los sistemas políticos que aquellos hayan escogido, respetando siempre el
derecho a esa diversidad a la cual "muchos" claman.
Tampoco pases por alto que el mayor enemigo de
los pueblos: el imperialismo yanqui, no le conviene que se erijan gobiernos con
alternativas viables frente al modelo neoliberal que promueve, y por
consiguiente lleva a cabo todas las vías posibles para crear descrédito y
llevar al fracaso toda esperanza para los pueblos del mundo.
Creo que debes estar de acuerdo en que
bastante ya ha sufrido Nuestra América con la hegemonía e injerencia imperial y
el servilismo de títeres y lumpens que subsisten en nuestras sociedades, que
prefieren vender sus almas por limosnas o por favoritismos.
Estos últimos, como peones de una casta bien
enriquecida, son los que se prestan para llevar a cabo los más viles actos en
nombre de la “democracia y la libertad”. Son los asalariados que comenten los
peores crímenes, como el llevado a cabo
contra el San Romero de América: el sacerdote salvadoreño Óscar Arnulfo Romero
y Galdámez, asesinado el 24 de marzo de 1980.
Aunque tú no lo digas nunca, Rubén Blades, todos sabemos quién mató al Padre Antonio y su monaguillo
Andrés.
El amor y respeto por
Venezuela comienza con ser consecuente con la realidad y no con lo que unos
pocos desean escuchar.
¡Ah! Y todo lo anterior lo
digo tomando tus propias palabras: “sin odio, sin agendas
secretas, ironías, ni intereses subrepticios.” Y reitero mi admiración por tu
inmensa y valiosa obra musical; la cual, en estos días, ha dejado al hombre creador
de ella sin alcanzar la misma estatura.
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