En estos días, el gobierno del Estado Español, dirigido pormayoría por el Partido Popular, nos brinda una lección magistral de la
democracia franquista que aún perdura en esta nueva era que se enzarzan en
llamar democracia y que intentan aportarle a la disidencia cubana como modelo
idílico a tomar en cuenta para implantar en Cuba, una vez “derrocado” el
gobierno socialista del archipiélago (si lo logran, claro está).
La monarquía de la Península pasa por su momento cúspide en
el ojo del huracán social. El Rey Juan Carlos I “sorprende” con su abdicación a
favor de la sucesión de su hijo Felipe al trono. Un proceso matizado por el
cotilleo de una presunta demanda de paternidad contra Juan Carlos, presentada
el pasado 30 de mayo en el Juzgado de Primera Instancia y Familia Nº 79 de
Madrid, que lo ha conllevado con premura a su tajante resolución.
De todas maneras, no entraré al análisis de tal charlo. No toca
en estos momentos. Pero sí es llamativo el proceso de preparativos que se
llevan a cabo para la famosa coronación del nuevo Rey Felipe VI en el Congreso
de los Diputados.
Cuba es acusada continuamente de vivir en una dictadura
totalitaria, antidemocrática y en un progresivo raquitismo en la vida de su
población. No faltan las campañas de acusación por presuntas violaciones de los
derechos humanos (aún cuando las políticas sociales de la Revolución son
reconocidas con creces por organismos y personalidades internacionales) y la
fuerte “represión” a la que está sometida la población y más aquellos que
intentan levantar su voz contra el gobierno.
Lo más notablemente contradictorio de dichas campañas es que
hablan de la falta de democracia o de la convivencia en una dictadura; sin
embargo, omiten intencionalmente que es la propia población cubana cual apoya
el proceso socialista, ratificándolo en referéndum de consulta (reflejado en elcambio de la Constitución en el 2002) o sobre la presencia de millones de
cubanos en las marchas patrióticas convocadas por entidades sociales en cada Primero
de Mayo o en fechas de importancia histórica, cultural o social para el país. Lo
paradójico de las campañas anticubanas lanzadas por los Mass Medias es el calzo
que brindan a ciertos grupúsculos que la propia SINA (oficina de Intereses de
Estados Unidos en La Habana) reconoce en sus “Cables”, dados a la luz porwikileaks, que no tienen ningún impacto en la sociedad y es la misma población
quien los rechaza.
Mientras tanto, el Estado Español se encuentra convulso en
constantes manifestaciones sociales en contra de políticas de austeridad que no
protegen a la población, sino a las grades fortunas o bancos. Un país gobernados
por una mayoría de políticos enredados en constantes escándalos de corrupción o de oportunos
aforamientos.
La ceremonia de coronación disponde de cerca de 7 mil
policías distribuidos por tierra, cielo y hasta subsuelo; se contará con la presencia
de 120 francotiradores en los alrededores y 3 helicópteros con el objetivo de
mantener la seguridad del recinto y sus contornos. Las diferentes
especialidades están presentes: Unidad de Intervención Policial (UIP
_-antidisturbios_, miembros de Operaciones Especiales, Caballería, Subsuelo los
TEDAX _guías caninos ya presentes en los alrededores del Congreso_ y los
aéreos.
Desde las primeras luces del día lunes 16 de junio, Madrid
amaneció con una fortísima presencia policial en las cercanías de La Puerta del
Sol, por donde se tiene prohibido circular porque sus calles están bloqueadas,
no hay acceso al metro porque se ha cerrado y hasta se ha lanzado la
prohibición de manifestaciones antimonárquicas o donde se porten banderas
republicanas. Así comienza el fin de un reinado y el principio del nuevo Felipe
VI, con un complejo despliegue de seguridad, calificativo dado por el propio Ministerio
del Interior Español.
Foto tomada de la cuenta de Facebook de Izquierda Unida. |
¿Pero, a qué se debe tanto despliegue de fuerza si hasta ahora
se llenan la boca de decir que la monarquía goza de la simpatía de la mayoría?
Los mismos que acusan a Cuba de un gobierno totalitario y
de que se "hereda" de un hermano a otro, además de desconocer descaradamente el genuino proceso electoral cubano, hoy en día apoya la sucesión monárquica sin
que en la misma la población, que dicen representar, tenga voz o voto. Se mancilla
la Carta Magna española, en la
cual se plantea en su Artículo 2 que
“La soberanía nacional reside en el pueblo español, del que emanan los poderes
del Estado”; pero ¿En cuál Constitución se amparan los políticos de centro y
derecha española para hablar de la legalidad de la sucesión o mantenimiento de
la monarquía? ¿De cuál soberanía del pueblo se habla, si se le impide al pueblo
de España y sus comunidades exponer criterio alguno sobre la monarquía o
manifestarse a favor de la construcción de una nueva República?
Quienes apoyan lamonarquía y al mismo tiempo acusan a la Revolución cubana de “dictadura”, son
quienes aprueban leyes que favorecen a las millonarias fortunas, las cuales aumentaron
sus ingresos en un 39% en los últimos 10
años (según la consultora Knight Frank), sin contar que las grandes
empresas incluidas en el Ibex de la bolsa española, las cuales incrementaron
sus fortunas en un 67%; todo esto mientras millones de españoles quedaban sin
empleo, centenares de miles de familias fueron desahuciadas por los bancos de
sus casas y sin derechos alguno a una atención digna por el gobierno y se
privatizaban servicios públicos, dejando a centenares de miles sin acceso a
éstos.
Quienes acusan a
Cuba y apoyan a la contrarrevolución interna y externa, son quienes siguen los
dictados de los mercados, del Fondo Monetario Mundial y del Banco Europeo, en
vez de prestar oídos a los reclamos de la sociedad española y comunidades. Son quienes
hacen una “democracia” made in Spain para un Rey que prefiere mantener los
privilegios de su casta y los antaño dictados franquistas enmascarados en una
llamada democracia, y sin contar con el amparo popular.
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