Los
Mass Medias han polucionado las redes, la radio y la televisión con la
coronación del nuevo Rey Felipe VI, amén del descontento que cunde en la
población del Estado Español, producto de las políticas de "austeridad"
que sólo han afectado a ese 99% que no posee las grandes riquezas y es golpeado
con recortes, privatizaciones, prohibiciones, la coexistencia de la corrupción
en los grandes partidos políticos y los oportunos indultos a verdaderos
culpables de violaciones e ilegalidades.
Paradójico
ha sido el silencio sobre las manifestaciones de la población, solicitando un
referéndum para construir una nueva república, a las necesidades reales de la
actualidad, y sin embargo, los monopolios mediáticos de la derecha han bombardeado
con loas a las supuestas "virtudes" de los nuevos reyes.
El paseo ha discurrido por el Paseo del Prado, la Plaza de Cibeles, la Gran Vía, la Plaza España y, finalmente, la Plaza de Oriente, desde donde los Reyes saludaron a la muchedumbre de algunos miles de presentes (lugar de mayor concentración). |
El
presidente de gobierno, Mariano Rajoy, cabecera del Partido Popular, en
una conferencia organizada por The Economist, en el Casino de Madrid, expuso
que "la monarquía tiene apoyo mayoritario" y además agregó que
"a quien no le guste que plantee una reforma a la Constitución". Sin
embargo, durante el desfile de coronación a Felipe VI, la gran ausencia de
quienes le "apoyan" dio la verdadera imagen de desolación y escaso
respaldo a una monarquía que sube al poder del Estado sin la aprobación o voto
de la población; a la cual se le prohibió hasta manifestarse o portar banderas
republicanas durante el acto.
La
realidad ha sido de mucho ruido y pocas nueces para el nuevo Rey Felipe VI_ como
se diría en otras latitudes: “la coronación ha sido más cáscara que boniato” o “más
royo que película”.
Desolación de monárquicos en el recorrido del rey Felipe VI y la reina Letizia desde el Congreso de los Diputados hasta el Palacio Real |
Mariano
Rajoy, en dicha conferencia se atrevió a aseverar sobre el Príncipe de Asturias
de que "todos estamos absolutamente convencidos de que desempeñará su
papel como mínimo con el mismo acierto que el Rey”. Pero el acostumbrado
espíritu de despistes y desaciertos del presidente de gobierno español pone a
la palestra dos contradicciones inevitables_ Primero: ¿Quién es “todos estamos
convencidos”? Quizás el presidente de gobierno se refirió con ese “todos” a los
miembros del PP y esos del PSOE que se ya están pensando en una estratégica
unificación de ambos partidos, o quizás a los monopolios mediático al servicio
de los grandes capitales, o quizás a los cómplices en el descalabro de esta mal
llamada democracia del Estado Español o quizás al altísimo número de fuerza
policial para asegurar el Congreso y el perímetro del desfile. La segunda: ¿Cuál
acierto ha tenido Juan Carlos I, si su reinado dejó un profundo matiz de desprecio
del jefe del estado respeto sus súbditos; principalmente por las oleadas de
escándalos de in-visibles amantes, derroches en cacerías de animales tanto
dentro como fuera del territorio de la península o su complicidad con esos
políticos que balbucean de "transición democrática", cuando realmente
reformaron la vida social, política y económica a la adecuada para los
herederos del franquismo?
El
Rey Felipe VI ya se encuentra con el rebote popular debido a su acelerada
coronación, sin la consulta popular, envuelta en prohibiciones y el pintoresco escándalo
de demanda de paternidad contra su padre.
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