El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, afirmó que Irak
“necesita ayuda militar inmediata” para detener el avance de los
islamistas sunnitas que capturaron dos importantes ciudades del país
árabe en los últimos días, y advirtió que no descarta “ninguna opción”.
El presidente estadounidense, que recibió a la prensa en la Casa
Blanca antes de reunirse con el primer ministro australiano, Tony
Abbott, dijo que Irak está en una “situación de emergencia” y que
Estados Unidos “buscará cómo proveer asistencia más efectiva” al
gobierno del primer ministro iraquí, el chiita Nuri al Maliki.
“Serán necesarias ciertas acciones militares inmediatas, y nuestro
equipo de seguridad está examinando las opciones”, indicó Obama, a quien
la oposición en su país acusa de ser dubitativo y critica por no
decidirse a intervenir en Siria y no hacer cumplir las “líneas rojas”
que él mismo se marca.
A poco más de dos años de que Washington retirara sus tropas de Irak
tras ocho años de invasión, las milicias del Estado Islámico de Irak y
el Levante (EIIL), presente en este país y en la vecina Siria desde su
creación hace más de una década, se fortalecieron a fuerza de
sangrientos ataques y avanzan hacia Bagdad.
Además de la segunda ciudad del país, Mosul, y de Tikrit, tomaron en
diciembre Ramadi, capital de la provincia oriental de Al Anbar, la más
extensa del país, y luego la vecina Fallujah, 70 kilómetros al oeste de
Bagdad, impidiendo que se pudieran celebrar allí las elecciones del 30
de abril pasado.
“Irak va a necesitar más ayuda, de nuestra parte y la comunidad
internacional”, dijo Obama, citado por la agencia de noticias EFE.
Si bien el mandatario norteamericana no especificó qué tipo de asistencia estaría dispuesto a proveer, dijo que no descartaba ninguna opción.
“Tenemos interés en asegurarnos que esos yijadistas no se afiancen en Irak ni en Siria”, agregó.
Las autoridades iraquíes, luego de que perdieron el martes el
control de Mosul y el miércoles el de Tikrit, enviaron ayer una
solicitud a Washington para que contemple la posibilidad de utilizar
drones estadounidenses para combatir a la insurgencia.
A la par del pedido de ayuda de Bagdad, legisladores republicanos
criticaron al presidente demócrata por los recientes avances militares
de los yihadistas en Irak y denunciaron como precipitada la retirada del
Ejército en diciembre de 2011 del país árabe, a donde fueron enviados
por la Administración de George W. Bush.
“El fracaso de la política estadounidense en Siria, Libia y Egipto y
la ausencia de estrategia a largo plazo para Medio Oriente tienen un
impacto directo en la situación en Irak”, dijo el republicano John
Boehner, presidente de la Cámara de Representantes.
Boehner agregó que la insurgencia está “a 100 millas de Bagdad. ¿Y qué hace el presidente? Duerme la siesta”, señaló.
Algunos parlamentarios presionaron a Obama para autorizar los ataques aéreos como apoyo al Ejército iraquí.
“¿Podría evitarse esto? La respuesta es absolutamente sí”, dijo por su parte el senador republicano John McCain.
“Es necesario un giro espectacular de la situación antes de que la
región se convierta en el lugar donde se orquestan los ataques contra
Estados Unidos”, advirtió.
“El poder de la fuerza aérea estadounidense es la única esperanza
para cambiar la ecuación militar en Irak”, señaló el senador Lindsey
Graham, que pertenece al ala intervencionista del partido republicano.
“El próximo 11 de septiembre se está preparando mientras tanto”,
añadió, en alusión a los atentados de la red Al Qaeda contra las Torres
Gemelas y el Pentágono, en 2001.
La Casa Blanca, por su parte, informó que el vicepresidente Joe Biden
llamó hoy por teléfono al primer ministro iraquí, Nuri Al Maliki, para
expresarle su solidaridad y decirle que estados Unidos está preparado a
aumentar su apoyo y cooperación con Irak.
Biden agregó que la asistencia norteamericana ayudaría a “enfrentar la amenaza urgente y creciente” que constituye el EIIL.
Telam
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