Por José Manzaneda, coordinador de Cubainformación.
La
guerra mediática contra el Gobierno de Venezuela no cesa. Y cualquier argumento
sirve. Los 12 diarios del grupo español Vocento publicaban un reportaje
titulado “La subida del precio del combustible acorrala a Maduro”, donde
comparaban la actual situación en Venezuela con la de 1989, cuando se
produjeron los dramáticos acontecimientos conocidos como el Carachazo (1).
El dato para unir ambos momentos históricos es que el
detonante de la rebelión popular de 1989 fue una súbita espiral de precios tras
la subida de la gasolina. Y que, ahora, el Gobierno de Nicolás Maduro
estaría estudiando también una subida de la gasolina, tras 17 años de
congelación de su precio (2).
El paralelismo es un disparate informativo con evidentes
incongruencias históricas y políticas. Una: en 1989 no hubo, como ahora,
protestas de la población rica y de clase media (3); el Caracazo fue una
rebelión espontánea de miles de personas de barrios empobrecidos, precisamente
las que ahora respaldan al Gobierno (4). Dos: los actuales opositores no
asaltan, como ocurrió entonces, establecimientos de productos de primera
necesidad, sino que persiguen la caída de un Gobierno electo que no respalda
sus intereses de clase (5). Tres: el desencadenante del Caracazo fue la
liberalización de precios, imposición del Fondo Monetario Internacional,
mientras el actual gobierno ha aprobado leyes de control estatal de los precios
del sector privado (6). Y cuatro: en las actuales protestas las 42 personas
fallecidas han sido, en su mayoría, producto de la violencia opositora, y solo
6 por la acción policial (7); en el Caracazo murieron más de 3.000 personas a
manos de la policía y el ejército (8).
En el periódico también español El País, sin embargo, son
menos frecuentes las referencias al Caracazo. Quizá para no incomodar a su
analista de cabecera sobre Venezuela: Moisés Naím (9). Y es que Moisés Naím fue
–precisamente- el ministro que implantó el paquete neoliberal que provocó el
Carachazo (10), y que fue la condición para recibir un préstamo de 4.500
millones de dólares del Fondo Monetario Internacional (11). Curiosamente, quien
aceptó esta intromisión del FMI en la soberanía venezolana, denunciaba, hace
unos días, en las páginas de El País, la “intervención extranjera (...) abusiva
(de Cuba en Venezuela)” (12). Curiosa intervención –por cierto- consistente en
el envío de miles de médicos que dan asistencia gratuita en barrios populares
(13).
Gracias al ministro que hoy pretende dar lecciones de
economía al Gobierno de Nicolás Maduro, la inflación llegó entonces al 89%, la
pobreza crítica al 80% de la población y la pobreza extrema al 58% (14).
Mientras, los ingresos del petróleo iban íntegramente a las élites económicas
del país.
El 28 de febrero de 1989 se le conoce como "el día
en que bajaron los cerros" (15): miles de personas de barrios
empobrecidos, de manera espontánea y sin dirección política alguna, comenzaron
a asaltar establecimientos buscando, fundamentalmente, comida. Los mismos
diarios venezolanos que hoy respaldan las violentas protestas opositoras de
derecha (16), entonces hablaban de “hordas de delincuentes” (17), difundían el
mensaje del miedo y exigían medidas de fuerza. Estas llegaron: el Gobierno del
presidente Carlos Andrés Pérez y del ministro Moisés Naím suspendió las
garantías constitucionales, impuso la ley marcial, y autorizó a los cuerpos
armados a disparar con munición de guerra contra los civiles (18). El balance
de cuatro días de represión fueron 276 víctimas reconocidas por el Gobierno de
entonces (19), y entre 3.500 y 5.000 según organizaciones de derechos humanos
(20). Curiosamente, hace unos días, el entonces ministro Moisés Naím acusaba al
Gobierno de Nicolás Maduro, de ser “un régimen cada vez más autoritario” y de
responder “con una represión brutal (...) que cuenta con (...) las tácticas
perfeccionadas por el Estado policial que controla Cuba” (21).
Moisés Naím –convertido hoy en gurú mediático neoliberal-
tiene su propio programa de televisión (22), y es columnista no solo en El
País, sino en decenas de diarios de todo el mundo, como Le Monde, The New York
Times o The Financial Times (23). Dirige el llamado Grupo de los Cincuenta
(G-50), selecto club de ejecutivos de multinacionales del continente americano,
y pertenece a las directivas de numerosos think tanks y fundaciones, entre
ellas la National Endowment for Democracy (NED), vinculada directamente al
Gobierno de EEUU (24).
Actualmente, una Comisión de la Verdad sobre
el Caracazo (25) investiga para hacer justicia sobre unos hechos que fueron
silenciados, entonces, por una prensa internacional interesada solo en los
acontecimientos que ocurrían en Berlín y en el Este de Europa (26). Y
recordemos que los delitos de lesa humanidad no prescriben. Aunque algunos
diarios internacionales se hayan encargado de borrar cualquier referencia al
Caracazo en las presentaciones biográficas de su articulista estrella (27):
Moisés Naím.
(1) http://www.lavozdigital.es/cadiz/v/20140428/mundo/subida-precio-combustible-acorrala-20140428.html
(18) http://www.telesurtv.net/articulos/2014/02/27/el-caracazo-y-el-derrumbe-del-golpe-fascista-3177.html
No hay comentarios:
Publicar un comentario