Imaginar lo que pasaría si, por ejemplo, Rusia hubiese invadido países con falsos pretextos o apoyando a extremistas para derrocar un Gobierno que no sea del agrado de Moscú es una forma para entender si lo que pasa en el mundo actual es correcto. |
Al menos eso es lo que piensa el periodista, escritor y bloguero Neil
Clark, que analiza una serie de supuestos eventos en la arena
internacional donde Rusia sería la protagonista.
Sus hipotéticos escenarios se comparan con lo que ha sucedido en
realidad en los últimos años, en los que ciertos países de Occidente han
sido los verdaderos directores de orquesta.
Canadá por Ucrania
“Imagínese que el Gobierno de Canadá democráticamente elegido hubiera
sido derrocado en un golpe de Estado financiado por Rusia donde los
extremistas de ultraderecha y grupos neonazis hubiesen desempeñado un
papel importante”, escribe Neil Clark en su blog. Le siguen estas
reflexiones:
“Imagínese que el nuevo Gobierno no elegido de Ottawa […] designase a
un oligarca multimillonario para que administrase el país”.
“Imagínese que Rusia se hubiese gastado 5.000 millones de dólares en
el cambio de régimen en Canadá y luego una empresa de energía canadiense
designara para el mando de su consejo de administración al hijo de un
alto cargo político del Gobierno ruso”.
Bases militares rusas cercando EEUU
“Imagínese que Rusia se hubiese pasado los años que siguieron al
final de la antigua Guerra Fría rodeando a los EEUU con bases militares e
intentando convencer a Canadá y a México para que se unan a una alianza
militar rusa. Y que a principios de este mes Rusia hubiese llevado a
cabo amplios ejercicios militares en México”.
Políticos rusos que apoyan a manifestantes europeos
“Imagínese que los líderes políticos rusos asistieran a las protestas
callejeras en Europa occidental contra las medidas de austeridad y
repartieran galletas entre los manifestantes y apoyaran la petición de
los manifestantes que exigen la dimisión de sus Gobiernos”.
Reino Unido por Siria
“Imagínese que el Gobierno de Siria acogiera una reunión en Damasco
con los llamados ‘Amigos del Reino Unido’, un grupo de países que apoya
el derrocamiento violento del Gobierno de David Cameron”.
“Imagínese que el Gobierno sirio y sus aliados […] no condenaron a
los grupos rebeldes luego de que estos mataran a civiles británicos y
bombardearan escuelas, hospitales y universidades”.
Rusia invade Irak
“Imagínese que en 2003 Rusia y sus aliados más cercanos hubieran
emprendido la invasión militar a gran escala de un país rico en petróleo
de Oriente Próximo después de haber afirmado que ese país poseía armas
de destrucción masiva que amenazaban al mundo.
Y que, sin embargo, tras la invasión nunca se hubieran encontrado
armas de destrucción masiva sin contar el hecho de que hasta un millón
de personas fallecieron en el baño de sangre que siguió a la invasión y
que el país aún sigue en el caos 10 años después”.
Conclusiones
En caso de haberse dado cualquier de los escenarios mencionados
—sostiene el analista— EEUU y sus aliados habrían tomado medidas. “Todo
lo que tenemos que hacer es cambiar los nombres de los países en
cuestión para ver el doble rasero [de Occidente]“, subraya.
“Si Rusia hubiese atacado una nación de Oriente Próximo rica en
petróleo en 2003 y los periodistas prorrusos hubiesen vendido todo tipo
de mentiras a favor de la guerra […] entonces podremos decir con toda
seguridad que Rusia habría sido considerada un país paria”, puntualiza
Clark, agregando que “el derecho internacional y los principios de no
injerencia en otras naciones deben aplicarse a todos por igual”.
El periodista considera que el mundo necesita “un nuevo orden
internacional basado en la igualdad de todas las naciones soberanas” a
fin de poder “exponer la hipocresía occidental y el doble rasero cuando
estos se produzcan”. “De este modo, el mundo sería un lugar mucho más
seguro”, concluye el experto.
RT
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