Desde el mes de diciembre de 2013 comenzó  a circular por 
páginas digitales informaciones sobre Mónica Ertl, con el título. LA MUJER QUE 
VENGÓ AL CHE,  referida a un reciente libro del periodista e 
investigador alemán Jürgen Schreiber.
Entre las novedosas informaciones están la vinculación 
del padre de Mónica con Hitler y con  Klaus Barbie.  En uno de 
los párrafos se puede leer:
"Hija de uno de los grandes propagandistas del nazismo (Hans Ertl, 
por  mucho tiempo se lo conoció como "el fotógrafo de Hitler"), 
Monika  terminó en Bolivia cuando el Tercer Reich se derrumbó y los 
jerarcas  huyeron a los refugios más lejanos del planeta. Se crió en un 
círculo  tan cerrado como racista, en el que brillaban su padre y 
otro  siniestro personaje al que ella llamaba "tío":  Klaus Barbie, 
"el  Carnicero de Lyon".
" Pero la joven y bella alemana creció y todo 
cambió en el final de los años sesenta. Y la muerte de Ernesto Guevara en la 
selva boliviana  significó el empujón final: rompió con sus raíces y en un 
giro  copernicano terminó militando en las filas del 
Ejército de Liberación  Nacional, el grupo guerrillero creado por el 
mismísimo Che..."       Durante estos días comenzaron 
a llegar preguntas sobre esos despachos noticiosos. Desconociamos los 
vínculos del padre de  Mónica con Klaus Barbie. Consultamos  a varios 
amigos sobre esta información novedosa,  entre ellos a los que 
consideramos calificados y objetivos de Bolivia, México  e Italia, 
Carlos Soria Galvarro, Alberto Híjar y Roberto Porfiri.
En  rnuestro libro LA CIA CONTRA EL CHE publicado por la 
Editora Política en 1992, abordamos el papel  de Klaus Barbie durante la 
Guerrilla del Che. Una de las fuentes importantes fueron las 
conversaciones personales  y la gran investigación que realizara 
Gustavo Sánchez Salazar, escritor, periodista y Ministro del Interior de 
Bolivia durante  el Gobierno de Hernán Siles Suazo  y  de quien 
guardamos profundos recuerdos de amistad sincera. Sánchez Salazar fue 
el encargado de entregar al  criminal Klaus Barbie al gobierno 
francés . Precisamente en el mes de diciembre del 2013  lo visitamos 
en su casa de Cochabamba en compañía de Fernando Fuentes y rememoramos pasajes 
de ese hecho histórico, pero aún los comentarios del libro del alemán Jürgen 
Schreiber no habían llegado a nosotros. 
En nuestro reciente libro EL ASESINATO DEL CHE EN BOLIVIA. 
REVELACIONES 
Abordamos el papel de Toto Quintanilla en la decisión de cortarle 
las manos al Che. Se ordenó  que le cortaran las manos y la cabeza y el resto del 
cuerpo fuera incinerado. Con relación a la orden de esta decisión hay 
varias versiones:
 El agente de la CIA 
Félix Rodríguez dijo que la tomó el general Alfredo Ovando. El mayor Arnaldo 
Saucedo Parada, Jefe de Inteligencia de la Octava 
División  escribió que Toto Quintanilla, jefe de Inteligencia del 
ministerio del interior, recibió las órdenes del ministro 
Antonio Arguedas.
Por su parte Arguedas declaró que no se discutió en el Alto Mando 
Militar y fue una decisión de los que se encontraban en el lugar de los hechos y 
que  Toto Quintanilla le expresó que fueron los cubanos agentes de 
la CIA. quiénes dieron esa orden.
 Las fuentes públicas informaron la existencia de un acuerdo entre 
Toto Quintanilla y los agentes de la CIA de origen cubano en Vallegrande, para 
hacerla aparecer como una orden superior. 
Según Saucedo Parada, Toto Quintanilla, Gustavo Villoldo Sampera y 
Julio Gabriel García se reunieron para discutir la forma de cumplir la orden 
real o supuesta, pero Zenteno Anaya Jefe de la Octava División decidió que 
solamente le cortaran las manos para los efectos de identificación y que los 
agentes de la CIA insistieron que le cortaran la cabeza y la enviaran a los 
Estados Unidos para realizarle análisis de laboratorio. 
Afirmó que el coronel Zenteno Anaya sólo aceptó que le 
cortaran las manos para los efectos de identificación y que para este fin 
convocaron a los doctores José Martínez Caso y Moisés Abraham Baptista, quienes 
se opusieron alegando diferentes motivos. 
De acuerdo al testimonio de Gustavo Sánchez Salazar, quien se 
desempeñaba como corresponsal de guerra, el doctor Martínez Caso se embriagó 
antes de la hora indicada y la tarea se la impusieron al doctor Moisés Abraham, 
ayudado por los agentes de la CIA y Toto Quintanilla. 
A partir de la página  84, del libro EL ASESINATO DEL CHE 
EN BOLIVIA, REVELACIONES, se encuentra el capítulo  titulado ROBERTO TOTO QUINTANILLA  MUERE EN HAMBURGO. donde 
nos referimos a Mónica Ertl. Explicamos lo siguiente:
Un comando del Ejército de Liberación Nacional de Bolivia, 
ajustició en la ciudad alemana de Hamburgo al coronel Roberto Toto Quintanilla, 
uno de los principales represores en Bolivia, agente de la CIA y culpable de 
torturas a guerrilleros y del asesinato del comandante Inti Peredo. Los 
periódicos de la época reportaron:
Espectacular ejecución de Toto Quintanilla, Fue muerto cuando un 
comando guerrillero lo persiguió hasta el otro lado del Atlántico. Era un 
torturador cruel. En Hamburgo, República Federal de Alemania, una linda mujer le 
quitó la vida.
Otros despachos de noticias trasmitieron que el hecho sucedió el 25 
de noviembre de 1970, en pleno día, en el consulado boliviano de esa ciudad 
portuaria y que Toto Quintanilla, fue uno de los jefes principales de la policía 
política de Bolivia, desde que Barrientos asumió el poder, era agente de la CIA 
y conocido por su brutal represión, su carácter violento y la utilización de 
métodos bárbaros de torturas y de extrema crueldad.
Participó junto a los agentes de la CIA Félix Rodríguez, Gustavo 
Villoldo Sampera y Julio Gabriel García contra la guerrilla del Che y fue uno de 
los que ordenó cortarle las manos.
Asesinó a muchos revolucionarios bolivianos y fue condenado a 
muerte por el Ejército de Liberación Nacional de Bolivia. Como medida de 
protección y seguridad, 
pidió su relevo, con la condición de que lo enviaran al consulado boliviano en 
Hamburgo y se alejó de Bolivia.... 
Los reportes de prensa aclaraban que tan pronto se instaló en esa 
ciudad, no tardó en hacerlo un comando guerrillero, encabezado por una hermosa 
mujer nombrada Mónica Erlt, una rubia esbelta y muy agraciada, que visitaba el 
consulado haciéndose pasar por una estudiante alemana, deseosa de visitar 
Bolivia. Era hija de Hans Erlt, investigador y antropólogo alemán radicado en el 
país andino, donde ella nació. 
Las visitas se hicieron frecuentes. Relatan que la habilidad con 
mezcla de ingenuidad con que actuó, terminaron de convencer a Quintanilla de que 
podía confiar en ella. Cuando decidió otorgarle la visa la invitó a pasar a su 
despacho, al parecer con proposiciones amorosas. 
La prensa relató que la muchacha entró resueltamente, sin denotar 
ningún nerviosismo, saludó al cónsul y cuando este se disponía a extenderle la 
mano, extrajo velozmente de su bolso una pistola, y antes de que pudiera 
reaccionar le descargó dos tiros certeros que le atravesaron el pecho. La esposa 
de Quintanilla corrió al escuchar los disparos.
En esos momentos vio que una mujer abandonaba el lugar, trató de 
detenerla por el pelo intensamente dorado, pero este no era más que una peluca 
que quedó en sus manos. Mientras Mónica se introducía en un auto que la esperaba 
con el motor encendido.
El Ejército de Liberación Nacional de Bolivia asumió la 
responsabilidad del hecho, además de señalar que el coronel Roberto Toto 
Quintanilla reprimió brutalmente a los grupos de izquierda y tuvo una nefasta 
participación en los acontecimientos guerrilleros de 1967.
Los restos de Quintanilla  fueron trasladados a Bolivia el 9 
de abril en el vuelo 490 de Lufthansa, línea aérea de la República Federal de 
Alemania, escoltado por el  hijo del criminal de guerra nazi Klaus 
Barbie.
Mónica Erlt,  no 
fue detectada por la policía de la República Federal de Alemania,  la CIA y 
los servicios secretos bolivianos. Se afirmó que la pistola utilizada contra 
Toto Quintanilla pertenecía al editor italiano Giancacomo Feltrinelli y que el 
reconocido intelectual le prestó ayuda para salir de Alemania y regresar a 
Bolivia para continuar la lucha, donde  era conocida como la Imilla dentro del Ejército de Liberación 
Nacional. Tres  años después de su regreso, fue asesinada en La Paz, el 12 
de mayo de 1973
Su extraordinaria entrega a los explotados, reprimidos y humillados 
merece ser  divulgada. Seguramente nuevos aportes al conocimiento de su 
vida  y obra se encontran en este nuevo libro. Para nosotros resultó 
esclarecedor el lugar de nacimiento en Alemania. y no en 
Bolivia. 

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