Por
España, dentro de los países europeos, es uno de los más afectados
por la crisis económica con un 24% de desempleo, bajos salarios, aumento
de la desigualdad y más de 100 desahucios diarios.
Sobre cómo esa situación ha impactado en las aspiraciones
electorales de los ciudadanos y sus esperanzas de reinventar el país que
quieren y necesitan, Granma conversó con José Luis Centella, secretario
general del Partido Comunista de España, y Willy Enrique Meyer, uno
de sus miembros más destacados.
José Luis Centella. fotos: ismael batista |
El inicio de la conversación transcurre sobre Podemos, un partido
surgido del descontento social y del movimiento de indignados 15-M.
“Podemos es resultado también de la orientación económica de la Unión
Europea llevada a cabo por el Partido Popular y el Partido Socialista.
Aún no tienen una definición ideológica, pues huyen de catalogarse o
definirse como de izquierda o derecha, pero tiene una gran perspectiva
electoral”, puntualizó Meyer.
Hacia este partido, destacó que Izquierda Unida (la coalición
progresista que es la tercera fuerza política en el país) tiene una
primera reacción positiva. El descontento en Europa se ha dividido en
dos caminos: el terreno del fascismo, Amanecer Dorado (Grecia) o el
Frente de Liberación Nacional (Francia) o al de este nuevo tipo de
partido como Podemos en España.
Respecto a las relaciones entre Podemos e IU que tienen objetivos
similares como la lucha contra la crisis o la búsqueda de alternativas a
los partidos tradicionales en el poder, Meyer destacó que IU quiere
defender la necesidad de converger toda la izquierda política para
derrotar el bipartidismo en España.
Pero Podemos tiene que decidir si está por esa convergencia. “Los
comunistas tenemos muy claro que no es posible alcanzar el socialismo en
las condiciones de Europa sin una gran convergencia de todas las
fuerzas de la izquierda”.
Ese resultado —manifestó Meyer— acercaría la ciudadanía a la
política con nuevas figuras y a las instituciones al elector, quien es
al fin y al cabo el dueño de lo que debe ser la orientación política.
Además, de concretarse, el proyecto pondría la economía al servicio de
los españoles.
Del mismo modo, la unión de las fuerzas de izquierda permitirá
hacerle frente al capitalismo; terminar con el tratado de austeridad y
cuestionar los instrumentos económicos europeos: el Banco Central, el
Fondo Monetario Internacional y la propia estructura de la Unión
Europea”.
Las fuerzas políticas que quieran cuestionar o renegociar la deuda,
tal como lo ha hecho Syriza en Grecia, son bienvenidas —dijo Meyer—,
aunque somos conscientes de que no será tan fácil.
“La presencia de Podemos abre grandes expectativas para una fuerza
como nosotros de izquierda, antimperialistas, anticapitalistas, para
lograr influir en el panorama político español. La España que se
compartía entre dos, entre el Partido Popular y el Partido Socialista
Obrero Español (PSOE) con alternancia, se acabó”.
Willy Enrique Meyer. |
Otra interrogante surgió durante el diálogo, ¿qué representa el
triunfo de Syriza en Grecia cuando se busca la unión de la izquierda en
Europa?
“El triunfo del partido de izquierda heleno es una oportunidad
histórica y, a la vez, un reto para demostrar que dentro de la Unión
Europea (UE) se puede hacer otro tipo de política”, respondió Centella.
“Hasta ahora siempre ha gobernado el partido dentro del sistema, ya
sean socialdemócratas o conservadores, y en la lógica del neoliberalismo
y de una UE al servicio del capital. Con Syriza es la primera vez que
se ha planteado una confrontación contra la Troika (Banco Europeo, el
Fondo Monetario Internacional y la Comisión Europea) al buscar una
renegociación de la deuda”, resaltó.
Al referirse a este tema, Meyer organizó sus ideas en dos escenarios.
Por una parte, esas “tres instituciones no elegidas por nadie que
decidieron que todos los estados miembros tenían que ajustar sus
presupuestos nacionales sobre la base de la austeridad y la
privatización de los servicios públicos”.
El segundo escenario es “el gobierno elegido democráticamente y de
soberanía nacional que va a cuestionar esas tres instituciones no
democráticas”.
Aquí, Meyer retomó la idea de su compañero de que el triunfo de
Syriza era una oportunidad y, al mismo tiempo, un reto. “La razón es que
el nuevo gobierno debe demostrar que es posible desde la voluntad
popular y la soberanía condicionar esa orientación de la austeridad.
Demostrar a los pueblos que es posible otro enfoque económico para el
conjunto de países integrantes del bloque comunitario”.
Gracias a resultados como este, “se pierde el miedo a los cambios. El
miedo a que los que presidían eran los gobiernos del sistema o del
caos. El pueblo se rebela y muestra que existen otras alternativas”,
explicó Centella.
Sobre los retos para IU, Centella señaló como objetivo más
inminente conseguir la unidad máxima de la izquierda al conformar una
unidad política y social para hacerles frente a la Troika y al
neoliberalismo.
“En España llevamos casi 10 años sufriendo una crisis de todo el
sistema no solo económica, sino social, cultural por lo que frenar esa
deriva que ha dejado a la gente en pésimas condiciones económicas,
laborales y sociales, se convierte en el segundo reto del partido”,
destacó.
A propósito, Centella recalcó la importancia de las venideras
elecciones para la nación ibérica, que en su opinión dejarán un país
distinto.
Entre todos los temas surgidos durante la hora de conversación con
los dos políticos españoles, el más reiterado fue la nueva etapa que se
abre para Cuba tras el anuncio del restablecimiento de relaciones con
Estados Unidos el pasado 17 de diciembre.
Para Centella, “el pueblo y gobierno de la Isla son muy conscientes
del nuevo periodo que se inicia, marcado por la liberación de los Cinco y
el reconocimiento de Estados Unidos de que la vía violenta para acabar
con la Revolución cubana ha fracasado”.
En estos momentos cambian las relaciones, las reglas del juego, pero
somos conscientes de que no ha cambiado el objetivo: acabar con la
Revolución, reflexionó.
Ahora bien, Cuba, sin hacer concesiones al mantener los principios
del socialismo, la solidaridad y la justicia, ha situado las relaciones
en otro marco, agregó.
Por lo tanto, Centella resaltó que “lo necesario son unas relaciones
basadas en el respeto mutuo; pero, a la vez, obliga al país a ser
consciente de su propio reto: mantener una Revolución por encima de todo
y ser reconocida por el resto del mundo por este mérito”.
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