Por Miguel Ángel Barrios.
El pasado 6 de
febrero de 2.015, la Casa Blanca presentó la Segunda Estrategia Nacional
del Presidente Obama. Algo menos de cinco años después de su Primera
Estrategia de Seguridad Nacional (ESN) de mayo de 2.010 y con dos años
más de presidencia, Obama quiere reafirmar su papel en un sistema-mundo
en transición hacia un nuevo "orden” mundial.
Ponemos
acento que una Estrategia posee valor según el resultado de sus
objetivos. Y evidentemente los Estados Unidos se hallan atravesando una
grave crisis estratégica, pero el documento tiene enorme valor ya que se
trata de la Estrategia máxima de la Casa Blanca, la Estrategia Nacional
de Seguridad, es un documento oficial y contiene un gran peso en el
factor psicológico y de la política informativa-desinformativa y donde
podemos analizar cuál es el rumbo del liderazgo de la República
Imperial.
En el 2010
cuando la Primer Estrategia de Seguridad Nacional de Obama, los EE.UU,
estaban en el pantano de dos guerras perdidas: Afganistán e Irak, con
una grave recesión, un desempleo que superaba el 10 % y un déficit que
había alcanzado el billón de dólares. Podríamos decir, siguiendo las
categorías del Pentágono, se trata de un Imperio fallido.
En el
2.015 si uno mira superficialmente -como lo hacen algunos,
interesadamente- , se encuentra ante un EE.UU supuestamente más
potencializado internamente, con la reducción del déficit, con mejores
cifras macroeconómicas, y con la reducción del desempleo a un 5,5%
actual con la creación de más de once millones de puestos de trabajo.
En
apariencia se ha retirado de los escenarios conflictivos -Irak por
ejemplo-, y ha emprendido negociaciones con los talibanes en
Afganistán. Pero esto es un engaño geopolítico, una falsedad
estratégica en la que no debemos caer los latinoamericanos, la nueva
Estrategia de Seguridad Nacional (ESN) reafirma la centralidad de EE.UU
como Nación Indispensable frente a las “amenazas" mundiales.
La crisis
de Ucrania en el límite del Estado Continental industrial de Rusia y el
intento de los EE.UU de avanzar , tomando a Europa como plataforma , a
partir de un golpe de estado neonazi apoyada por la diplomacia
norteamericana , y el avance del terrorismo del "Estado Islámico" con
su califato , que precisamente no es Estado ni es Islámico, sino un
enjambre de mercenarios financiados por EE.UU, Arabia, Qatar, Israel,
para aniquilar todo punto de reafirmación de un bloque islámico , se
encontraron ante la valla impuesta por el presidente de Rusia, Vladimir
Putin y su continentalismo, ya que perder Crimea, era perder el talón
de Aquiles de su continentalismo, y el triunfo por el 80 % en Siria de
Assad y la fortaleza de Irán de plantear un diálogo como única condición
la soberanía nacional en lo que respecta al tema nuclear, se
convirtieron en derrotas aplastantes de la República Imperial. La
"agresión rusa" como llama el documento, es un fracaso de lo planificado
en el documento de 2010, ya que allí hablan de la cooperación con
Rusia, tal vez pensando en quebrar la dupla Medveded y Putin, que no
ocurrió. Fallaron en sus previsiones.
Además,
la aparición de un actor en la política internacional como el Papa
Francisco, papa latinoamericano y partidario de un sistema multipolar y
de la Patria Grande como lo deja en claro en su primer Encíclica "El
Evangelio de la Alegría", y la irrupción de Tsipras en Grecia, y su
visita a Putin en su primer viaje cuestionando una Europa hegemónica de
Alemania, son la demostración elocuente que la historia fluye, y que no
es un tablero electrónico manejado desde un comando. Y el efecto Tsipras
puede generar una geopolítica del dominó en Europa empezando por
España.
China,
vuelve a ser ratificado como un binomio que encierra una extraña
bipolaridad cooperación-competición, pero rehúyen a la inevitabilidad de
una confrontación. Para ello, pretenden valerse de la India, en una
política de contención con respecto a China.
En esta
visión multidimensional de la seguridad, el documento expresa la
obsesión de no perder en ningún campo de acción, y en especial en el
campo cibernético. Por otro lado, llamativamente realiza un especial
énfasis en la importancia de la educación, cuestión que no nos debe
sorprender. Porque EE.UU es un islote de Universidades de élites y de un
sistema quebrado y que no conduce a la cohesión social y nacional. La
crisis educativa en los EE.UU es profunda y en el fondo es una crisis
antidemocrática en un país donde el 1% de la población posee casi el 40 %
de la riqueza.
Un
aspecto altamente preocupante, es el apoyo que brinda a la doctrina sui
generis creada por Kofi Annan en las Naciones Unidas sobre la
"Responsabilidad de Proteger”, o sea en concreto, como ocurrió en Libia,
la capacidad de intervenir ad-hoc por causas "humanitarias" en
regiones, áreas o Estados fallidos, en la conceptualización geopolítica
del Pentágono, y esto se vuelve fuente de inseguridad mundial.
No esta
demás decir, complementando lo dicho, que el General de la CIA, Gene
Sharp, dice que la naturaleza de la guerra en el siglo XXI ha cambiado, y
que ahora se combate con armas psicológicas, sociales, económicas y
políticas. Sharp, es autor de un ensayo titulado "De la dictadura a la
democracia", que describe 198 métodos para derrocar gobiernos mediante
lo que se conoce como golpes suaves, es decir, desde el debilitamiento
gubernamental hasta la fractura institucional. Desde nosotros, los
cultivadores de la Patria Grande de San Martín, Bolívar, Perón, Getulio
Vargas y Chávez, entre muchos otros, debemos tener una lectura
atentísima. EE.UU es un león herido y por eso más peligroso.
EE.UU
necesita la mal llamada doctrina Monroe, en verdad una declaración
unilateral, en pleno funcionamiento. Y eso lo dijo John Kerry sin
tapujos en el Senado norteamericano. Las mal llamadas guarimbas en
Venezuela, en realidad terrorismo urbano paramilitar financiado desde
afuera, el crimen organizado y su exportación, el espionaje
electrónico, una campaña "moral" de criminalización del PT, los fondos
buitres y una campaña difamatoria contra la Argentina, nos obligan a
poseer un pensamiento estratégico a la altura del siglo XXI, y a no
confundir política externa con política interna, a distinguir el largo
plazo de la inmediatez electoral, y estar convencidos que lo único es
la Patria Grande. Y si esto no se tiene claro, parafraseamos al eminente
pensador brasileño Helio Jaguaribe: "nos merecemos ser basureros de la
historia".
Miguel Ángel Barrios -Argentina- es doctor en educación y en ciencia política. Autor de reconocidas obras sobre América Latina.
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