Por corresponsal SeMa
El pasado jueves día 9 de diciembre, en la sede del colegio de periodistas de Catalunya, conmemoraron la entrega del premio Sakharov de este año 2010, mediante la realización de una mesa redonda, con el título “LLUITA PER LA LLIBERTAT D¨EXPRESSIÓ A CUBA, L¨EXEMPLE DE GUILLERMO FARIÑAS” a quien fue concedido en esta ocasión el galardón por parte del Parlamento Europeo, con el empuje de los grupos del Partido Popular y de los Conservadores y Reformistas Europeos (la derecha buerguesa).
El acto contó con la moderación de Vicens Lozano, redactor de la Sección Internacional de TV de Cataluña y, además, asistieron los disidentes cubanos Ricardo González Alonso y Julio César Gálvez (ahora autodenominados “periodistas”); quienes fueron recientemente excarcelados en Cuba, gracias a las mediaciones de la iglesia católica de la Isla e indirectamente a las gestiones del gobierno de España con el gobierno cubano. Aunque se debe aclarar que realmente los únicos de ese grupo que se reconocían por Amnistía Internacional como periodistas eran Omar Ruiz y Pablo Pacheco. Todos ellos formaron parte del primer grupo de presos que llegaron a España en julio del presente año.
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| Disidente autotitulado periodista Julio César Gálvez |
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| Disidente autotitulado periodista Ricardo González Alonso |
También intervinieron en el encuentro el ex-corresponsal de TVE en La Habana, Vicenç Sanclemente, y la Secretaria General de Reporteros Sin Fronteras, Rosa Massagué.
Sin embargo, para ser un acto organizado por el Parlamento Europeo, el Colegio de Periodistas de Cataluña y Reporteros sin Fronteras, sólo tuvieron como receptores los 15 gatos que asistieron y, que se puede decir, eran prácticamente los mismos invitados esperados al show; esto muy a pesar de la sombra del partido de Convergencia i Uniò, muy implicado en cada movilización contra Cuba en Barcelona, que no pudo aportarle (como se diría en Cuba) más pollo a este arroz con pollo.
El comentario inicial del acto fue a cargo del ex-corresponsal de TVE, quien dirigió su discurso a exponer la Hollywoodense escenografía de sus actos en su estancia en Cuba para “despistar” a la seguridad cubana; ya que según él le tenían intervenido el ordenador.
¿Qué pasaba? ¿La seguridad cubana interfería por la línea su ordenador y no le dejaban escribir? Sin embargo, no lo parece para lo que se podía leer en su corresponsalía o en su libro “La Habana no es una Isla”, donde también descarga obcecadamente contra el gobierno revolucionario.
Ataque bastante incomprensible para quien en la narrativa obra de su autoría denominada “Crónica de una mentira anunciada”, expone su constatación de la filosofía del terror argumentada injustificadamente por el gobierno norteamericano para imponer en funcionamiento todo un aparato de espionaje financiado por los propios contribuyentes, quienes fueron manipulados con un continuo estado de alarma por el simple temor a otras acciones como la del 11-9, en vez de destinar fondos a salvaguardar a la población norteamericana, posibilitándoles asequibles seguros médicos o servicios sanitarios al alcance de la mayoría. (1).
Sin embargo, muy contradictorio exponer sobre presuntas violaciones en Cuba cuando este personaje sabe de sobra la situación de los Estados Unidos (gobierno que dicta las orientaciones para estos grupos de la disidencia cubana, financiada desde ese territorio y desde la vieja Europa, además de ser el promotor del bloqueo económico y disímiles agresiones a Cuba) como país de clara exposición de las infinitas violaciones de Derechos Humanos en todas las esferas, no solo en su propio suelo sino en todo terreno donde depositan sus botas militares por las fuerzas. Por cierto, algo que no hace Cuba.
Ahora, como cuestión llamativa, para ser un acto en conmemoración de entrega de un premio al super campeón-de-huelgas-de-hambre y proporcionador-de-entrevistas-a-agencias-extranjeras-en-“estado-de-convalecencia”, se habló bastante bien poco del homenajeado. Puede ser que no habría mucho que decir sobre el galardonado, a no ser que se pusieran a comentar sobre el expediente delictivo de Fariñas, conducta que realmente lo llevó a la cárcel y no sus opiniones políticas formuladas, como lo intentan manipular.
De todas maneras, es algo bastante frustrante pues todo se convirtió en otro acto retórico para despotricar contra la Revolución cubana, entre mentiras y exacerbaciones paranoicas que obviaban, intencionalmente, toda implicación de la hegemonía norteamericana y la desinformación de los medios de información.
Como cuestión obvia, las intervenciones de los disidentes Ricardo González Alonso y Julio César Gálvez se dirigieron en enjabonar a los periódicos españoles para decir que leyendo estos medios era la forma de saber de la realidad del mundo. También cayeron en los ataques sobre las dificultades de conexión a internet para los cubanos, pero ninguno se atrevió a comentar sobre la política de los Estados Unidos de bloqueo a la conexión de Cuba al cable submarino, obligando a la Isla a hacerlo a través del satélite, lo cual le conlleva a un gasto muy por encima para el ancho de banda del que realmente dispone. Como tampoco mencionaron de las intentonas que hizo Condolessa Rice para suspenderle a Cuba su conexión a la red.
Al parecer, a estos “ilustrados periodistas” de la disidencia les entró una total amnesia sobre el bloqueo a Cuba al que se presta Google; así como otros buscadores y demás, los cuales no le permiten a la Isla ciertas descargas ni conexiones a algunos servicios.
Sin embargo, los afamados disidentes no enarbolaron muchas alabanzas para el gobierno de España, pues no dejaron escapar la oportunidad para descalificarlo, muy a pesar que en cierta forma, gracias al mismo, hoy se encuentran consumiendo servicios y atenciones a los que no han contribuido en nada. ¡Desagradecidos con los españoles! ¿Verdad?
Nada, que la famosa "mesa redonda" tenía una punta muy clara (que no era el premio en sí ni el personaje de Fariñas) sino el seguir dando campaña de difamación contra Cuba.
PD: Para información de los que lean este artículo, debo decirle que el corresponsal que escribió el mismo le ha puesto más empeño y cortesía que la puesta por Reporteros sin Fronteras, quienes le dedicaron una minutísima columna a lo que supone ser una noticia. (2).
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