Fotografías de Araquém Alcântara sobre el Programa Más Médicos, contenidas en el libro Branco Vivo, de Antonio Lino. |
Por Lisandra Aguilar Wong.
El miércoles 14 de noviembre no fue un día común para los que viven en Brasil. La noticia de que Cuba se retiraba del programa Más Medicos, luego de cinco años de cooperación, hizo que la inquietud se notara en quienes recibieron tanto de los galenos.
Una enfermera brasileña agradecida por todo lo que ha aprendido, una ciudadana bahiana que rechaza el oportunismo de algunos médicos de su país y colegas de la salud que sentirán la falta de gente comprometida en el Gigante del Sur, despertaron los deseos de esta periodista, que está de visita en Brasil y es hija de un médico cubano, por escribir sobre el impacto de lo que está pasando en la vida de los residentes allí.
Santinha Barbosa Da Silva, habitante del estado de Bahía, segundo con más profesionales cubanos después de Sao Paulo, con 822 médicos, explicó que “antes teníamos una situación muy difícil, filas enormes en los hospitales, los medicamentos en las farmacias vencían y no eran distribuidos”.
“Los médicos brasileños cobran muy caro, muchos de ellos se aprovechan de la inocencia de los pacientes cobrando consultas y cirugías sin necesidad en pro de sus intereses, y aquellos que no pueden pagar, mueren sin atencion. Nunca un brasileño vio médicos igual a los cubanos, humildes, accesibles, gente que no cree que es mejor que los otros. Si ellos no están, sufriremos”, afirmó Santinha.
Otra habitante del lugar, Elisandra Nunes Roche, afirmó “que los cubanos trabajan con respeto, paciencia y amor, son seres humanos increíbles que Dios colocó en nuestras vidas”.
Desde agosto de 2013, los médicos cubanos viven en un país con un idioma diferente, consultan en sitios donde las personas nunca habían sido atendidas por médicos o en otros donde sus habitantes se pasaban las noches sin dormir en una fila para conseguir una consulta. Les tocó demostrar que no prefieren una raza por encima de la otra y se convirtieron en verdaderos amigos de pacientes y colegas brasileños.
Fotografía de Araquém Alcântara sobre el Programa Más Médicos, contenidas en el libro Branco Vivo, de Antonio Lino. |
Rómulo Gomes Dos Anjos, odontólogo brasileño, reconoció: “Siento mucho respeto por mis colegas, estoy agradecido por el tiempo que dieron de su vida para contribuir con la nuestra”.
También Suila Gomes Alencar, enfermera brasileña de un Puesto de Salud de la Familia (PSF), dijo que el médico cubano con quien trabaja le ha enseñado cómo deben ser los profesionales de la salud: “Contribuyeron a una salud más humana en nuestro país. Ellos han hecho la diferencia”.
Por otro lado, varios cubanos que son -o eran- parte del programa, expresaron su orgullo por la labor que realizaron en Brasil y han dicho que el nombre de Cuba lo han puesto en alto. Sin embargo, la preocupación no se puede ocultar, ni tampoco la tristeza por separarse de sus agradecidos pacientes y compañeros de trabajo.
Kassia Gama, Jefa del Equipo de Salud de un PSF, relató que nunca vio a un médico cubano quejarse cuando estaba cansado: “A veces tenían mucho trabajo y nunca reclamaban. Usan su psicología de vida para enseñar a todo el equipo. Es muy triste verlos ir, pero sé que donde quiera que vayan van a brillar con luz propia”.
Fotografía de Araquém Alcântara sobre el Programa Más Médicos, contenidas en el libro Branco Vivo, de Antonio Lino. |
La situación ha dado paso a la incertidumbre porque Brasil vuelva a ser como antes. Pero lo cierto es que la ola de comentarios generados en las calles, en los Centros de Salud, en las casas brasileñas y hasta en las redes sociales, ha demostrado el agradecimiento por la calidad y el compromiso de los médicos cubanos.
Estos gigantes de bata blanca, como mi papá, han dejado huellas en miles de personas que seguirán confiando en ellos y les harán mucha falta en su país.
Fotografía de Araquém Alcântara sobre el Programa Más Médicos, contenidas en el libro Branco Vivo, de Antonio Lino. |
Ante las críticas de Jair Bolsonaro al Programa Más Médicos y la participación cubana, la editorial Elefante comenzó a ofrecer gratuitamente el libro Branco Vivo (Blanco vivo) de Antonio Lino, con fotografías de Araquém Alcântara, el cual permite conocer la verdadera historia de sacrificio y esperanza detrás de ese programa de cooperación.
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