EEUU y sus gobiernos de hipocresía

 

Tomado de FB de Asociación de Cubanos en Cataluña José Martí

Por Gustavo de la Torre Morales

El imperio estadounidense, ese que se aboga el "derecho" a dictar las normas sobre "democracia" en el mundo, que hace acusaciones falsas para salvaguardar su "seguridad nacional", es el mayor agresor del mundo y que hace de la militarización y la guerra su gran negocio.

Estados Unidos tiene en su ejército con poco más de 1 400 000 soldados activos, de los cuales, muchos han llegado fuera de sus fronteras para violar la soberanía de otros pueblos y los DDHH de millones de personas en todos los rincones del planeta.

Sus más de 800 bases militares regadas por el mundo han agredido, torturado, asesinado y bombardeado a centenares de miles de naciones; crímenes que justifican bajo la bandera de "luchar contra el terrorismo y por la democracia".

Es un gobierno que mientras presiona para desarmar a otros países, desarrolla su carrera armamentista y mantiene un arsenal de 5.113 ojivas nucleares (de ellas 1750 están desplegadas en bases operativas), que son instrumentos de amenaza y presión militar.

EE.UU tiene un gobierno que dispone de un 38% del gasto militar mundial, lo cual es una elevadísima partida presupuestaria que no dispone para solventar sus inmensos problemas económicos y sociales. Además, es un gobierno que prefiere destinar un millonario presupuesto (pagado por los contribuyentes) para financiar, a través de organizaciones y empresas contratistas de la CIA, a grupúsculos terroristas y mercenarios, para desarrollar la subversión política e ideológica y para campañas de sucia y engañosa propaganda; en vez de atender a los cerca de 40 millones de personas que en ese país viven por debajo de la línea de pobreza, porque carecen de políticas de protección social.

La realidad latente dentro de EEUU es la violencia que allí se vive, la carencia de políticas de protección social, la locura de sus políticos (como Trump que le dio por decir que bebieran lejía para matar el coronavirus) y sus leyes vigentes que facilitan la coexistencia de flagelos como la corrupción, la prostitución, la trata de personas, el tráfico de órganos, el tráfico de drogas, la tenencia de armas, etc.

Un país donde la desigualdad se agudiza, mayormente, con una balanza que acentúa la desventaja en los sectores comprendidos en poblaciones afrodescendiente y latina.

Hoy en día, esa violencia militar que persiste en todos los conflictos bélicos provocados por EEUU, y hoy se muestran en al menos en las 7 guerras que oficialmente sostienen, se refleja también dentro de la propia sociedad estadounidense, donde el suicidio, las masacres en escuelas, la represión policial, el racismo y el enfrentamiento de bandas es algo "normal" en la cotidianidad de esa sociedad.

Solamente en lo que va de este año 2021 han muerto por armas de fuego un total de 1982 personas, de ellas un total de 195 niños (ver siguiente enlace https://www.gunviolencearchive.org/).

¿Qué se puede esperar, si allí más de 393 millones de armas se encuentran en manos de los ciudadanos?

Los gobiernos de EEUU han querido proclamar los estándares "democráticos y de DDHH", según sus intereses; pero su realidad doméstica brinda en cifras el desamparo total frente a fenómenos como la actual pandemia de la COVID19, con más de 553 mil fallecidos.

Asalto al Capitolio, el pasado 6 de enero de 2021, por partidarios de Donald Trump

Mientras desde la Casa Blanca se señala de forma acusatoria hacia otros pueblos, en su frontera con México, cientos de niños viven encarcelados y sin protección parental ni social, en espera que se decida el estatus o tratamiento migratorio que recibirán. O que haya infantes en algunos Estados de ese país que son sometidos al trabajo esclavo.

¿Qué poder decir de las graves consecuencias que generan las medidas restrictivas y de bloqueo económico que EEUU aplica, de forma arbitraria e ilegal, contra otros pueblos; con el simple objetivo de torcerles el brazo y obligarles a cumplir los intereses colonialistas del imperialismo yanqui.

Es muy hipócrita que traten de erigirse como modelo y salvaguarda de los derechos humanos, cuando en ese país es donde primero se quebrantan.