¡Salvemos al planeta del capitalismo!

Manifestación en Barcelona, Cataluña, por el cambio climático, 27 sept 2019. Foto: Genoveva Rodríguez García.

Tomado de Facebook
Por Gustavo de la Torre Morales

Hoy, 27 de septiembre de 2019, salió mucha gente, pero mucha, en Barcelona, a manifestar la imperiosa necesidad de salvar el planeta, para demandar políticas más ecológicas, menos depredadoras del medio ambiente.

Lo más llamativo, de la inmensa mayoría de carteles que se alzaron sobre las cabezas del oleaje multitudinario, es que en su esencia, denunciaban desacuerdos con el sistema que va promoviendo la depilación del planeta: el capitalismo.

¡Change the system, not the climate!

Canviem el sistema, salvem el planeta!

¡No hay planeta "B"!

Fueron, entre otras tantas, las frases más presentes, en estos tres idiomas.

Sabemos que el sistema imperante es el capitalista neoliberal, el cual se sustenta en la explotación del ser humano, en la acumulación de capitales por unos pocos a costa de las penurias de cientos de millones de personas, en la individualización y la salvaje competencia, en políticas económicas que otorgan "derechos" a los poderosos y la enajenación a las amplias masas desfavorecidas, en políticas sociales injustas y sujetas a intereses privados, en el abuso descarado y la diabolización a todo aquello que se escape al control, la sumisión y represente una viable y justa alternativa; como igualmente se alimenta de la especulación bursátil e infundir el apego al consumismo (una de las principales tendencias causante de la devastación del planeta.

El planeta se estremece de gran dolor por el daño que se le causa, por la ignorancia de políticos que solo piensan en ganar poder, con la ayuda de poderosas empresas que aniquilan el planeta, y de ricos que sólo piensan en mayores fortunas, sin importarles un mañana, ni siquiera para sus propios hijos.

Fidel expresó en la Conferencia de NNUU, en Río de Janeiro, 1992: "Páguese la deuda ecológica y no la deuda externa. Desaparezca el hambre y no el hombre".

A lo anterior, hay que añadirle la ambición de potencias económicas que se desarrollan con los recursos naturales que le despojan a otros países obligados a sobrevivir en el subdesarrollo y la dependencia: les roban y destruyen el país para después, con gran cinismo, acusarles de pobres y atrasados.

Como expresó Fidel en la ONU, en septiembre de 1960: "Desaparezca la filosofía del despojo y habrá desaparecido la filosofía de la guerra".... sí, a esas mismas guerras de rapiña que crea la ambición, que es producto del sistema capitalista neoliberal e imperialista.

El planeta sufre cada bomba, cada fracking, cada desforestación, cada campo infestado en químicos, cada incendio y tramo de la atmósfera manchado con la polución... y ese daño, que se revertirá en cada especie viva_mucho más en la especie humana_ se hará irreversible por falta de voluntad política, por la pasividad social de seguir adormecida en la in-cultura de las apariencias y el consumismo; pero también por la irresponsabilidad e inconsciencia.

¡Actuemos ya! Y cumplamos la frase del cartel

¡Salvemos al planeta del capitalismo!