Tomado de aucalatinoamericano
Por Por: Arthur Gonzalez.
Se  dice popularmente que “más sabe el diablo por viejo que por diablo”
 y esto es lo que parece que hacen los gobernantes norteamericanos, 
aconsejados por especialistas de la CIA y otras agencias federales de 
inteligencia que cuentan con basta experiencia en temas de campañas 
mediáticas.
Desde que Edward Snowden, decidió abandonar su puesto en la 
CIA, el escándalo del espionaje norteamericano a escala global ha puesto
 al descubierto quienes realmente representan una amenaza para la 
seguridad y tranquilidad de todos los ciudadanos del planeta tierra y 
por tanto todos los dedos apuntan hacia Washington.
Pero después de la sorpresa y los variopintos sentimientos que estos 
hechos causan, los especialistas de la CIA pusieron a trabajar su 
experiencia en cómo desviar la atención mundial hacia otro punto y 
volvieron a sacar del cajón el recurrido tema de “la amenaza de un acto 
terrorista”.
El argumento sin dudas aun puede asustar a los que vivieron el 
derrumbe de las Torres Gemelas y se han creído fielmente la versión 
norteamericana, pero todo tiene un límite y al no suceder algo más, 
tendrán que provocar otro incidente o lo deberán cambiar por otro más 
creíble. No obstante, aun les da cierto resultado.
Para desviar la mirada hacia otro punto, el gobierno norteamericano 
inició una nueva campaña de la supuesta “amenaza terrorista mundial para
 los estadounidenses y sus legaciones diplomáticas”, ordenando el cierre
 temporal de 21 de sus embajadas y consulados en Medio Oriente, el Norte
 de África y parte de Asia, en países árabes.
El impacto de la noticia fue calculado de ante mano y los 
especialistas en guerra sicológica sabían cual iba a hacer la reacción: 
un cierre en cadena de embajadas de otros países, especialmente de sus 
aliados.
Para darle más dramatismo a la medida, el Departamento de Estado 
emitió el viernes 2 de agosto una alerta mundial de viaje para los 
estadounidenses, en la que advirtió de “la posibilidad de ataques 
terroristas”.
Si la amenaza es tan seria y verídica, ¿por qué no regresaron a los 
Estados Unidos a las mujeres y los niños, y al personal no 
imprescindible en las misiones diplomáticas? ¿Acaso se exponen al riesgo
 de ser atacados en sus residencias? ¿Con los poderosos sistemas de 
escucha de conversaciones telefónicas, control de Internet y los E mail,
 no han podido determinar cuál es el blanco a atacar y el país?
Qué los compre quien no los conozca, esa estratagema es tan vieja como el cuento de Juanito y los lobos, en las que el sujeto siempre espera lograr un beneficio personal.
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