Tomado de Otra Vuelta de Tuerca.
Por Pablo Iglesias.
El alineamiento del PSOE con el Partido 
Popular para apoyar la intervención de los EEUU en Siria está causando 
perplejidad entre sus bases y los votantes de izquierdas que todavía no 
les han dado de lado definitivamente. Dudo de que ningún militante 
socialista se crea que las intervenciones de los EEUU en Oriente Próximo
 tengan algo que ver con la promoción de la democracia y de los derechos
 humanos. Cualquier persona con mínimos conocimientos sobre la política 
internacional sabe que las operaciones militares responden a intereses 
económicos y geoestratégicos cuyos desastrosos resultados para las 
poblaciones que las sufren los hemos visto en Irak, Afganistán o Libia.
Por eso buena parte de los fabricantes de
 argumentarios vinculados al PSOE se han apresurado en contraatacar y 
preguntarnos a los que nos oponemos al ataque lo siguiente ¿Qué haríais 
vosotros para solucionar el problema de Siria? Con esta pregunta 
pretenden criticar, con un estilo weberiano, una supuesta falta de 
decisionismo de la izquierda; mientras miles de sirios mueren la 
izquierda prefiere “no hacer nada”.
El problema es que la pregunta parte de 
un supuesto erróneo, cuando no simplemente cínico, a saber, que la 
intervención de los EEUU tiene como objetivo rescatar a la población 
siria. Vaya tomadura de pelo. En cualquier caso a la pregunta se podría 
responder preguntando ¿Y qué haríais vosotros con las dictaduras de 
Qatar y Arabia Saudí? A lo que tendrían que contestar que son nuestros 
aliados (como parece que lo va a ser Al-Qaeda) y que además pagan 
sueldazos a nuestros futbolistas veteranos y que además Florentino Pérez
 hace buenos negocios allí. Como dijo Javier Krahe a Felipe González en 
su canción “Cuervo ingenuo” que TVE le censuró: “Hombre blanco hablar con lengua de serpiente”.
Pero vayamos ahora a las razones de EEUU 
para atacar Siria y a la excusa oficial de las armas químicas que, al 
parecer, convence a los think tanks socialistas.
Lo que busca EEUU lo explicaron de maravilla Zbigniew Brzezinski y John McCain en la revista norteamericana Time Magazine el pasado mes de mayo.
Brzezinski fue consejero de seguridad 
nacional del presidente Jimmy Carter y es uno de los gurús de la 
geopolítica en Estados Unidos cuyos hijos, que han continuado el oficio 
familiar, asesoraron respectivamente a Obama y a McCain. Para 
Brzezinski, de lo que se trata es de acabar con el régimen político de 
al-Assad (aliado de Irán) pero, temeroso de las consecuencias 
imprevisibles de una intervención militar (“intervention will only make 
it worse” nos dice), era partidario de una estrategia diplomática que 
comprometiera a China y Rusia en la promoción de unas elecciones en 
Siria patrocinadas por la ONU “persuadiendo” a al-Assad de que no se 
presentara.
McCain, por su parte, decía en la revista
 compartir el mismo objetivo pero como buen republicano era partidario 
usar al ejército para derribar a al-Assad y lo expresaba de manera 
cristalina “for America, our interests are our values, and our values 
are our interests.”
¿Necesitan los asesores del PSOE más 
argumentos? McCain lo deja claro; los valores de los EEUU son los 
intereses de los EEUU. Y punto.
Respecto a la excusa oficial de las armas
 químicas, proclamada cínicamente por EEUU y sus perros falderos 
europeos (RU, Francia, España…), tanto el sentido común como las 
evidencias apuntan a su fragilidad. Dejando a un lado las peticiones del
 secretario general de la ONU para que dejen trabajar a los inspectores,
 parece claro que el armamento químico y bacteriológico tendría como 
objetivo a Israel y Turquía, antes que a la oposición armada y no ya por
 razones morales (que casi nunca operan en las guerras) sino por la 
superioridad militar del ejército de al-Assad y porque tendría poco 
sentido ponérselo tan fácil a EEUU cuando Obama lleva semanas señalando 
que el uso de armas químicas sería el pistoletazo de salida para la 
intervención de su ejército. Por otro lado, al parecer, hay tres 
miembros de Hezbolá que combatían junto a las tropas del gobierno en 
Damasco, que se recuperan en un hospital de Beirut de un ataque con el 
mismo gas en el mismo día en que supuestamente atacó el ejército sirio. 
Como escribía Robert Fisk ¿cómo es que los hombres de Hezbolá pueden haber sido atacados también?.
Los últimos años han dejado innumerables 
pruebas de que, en las cosas importantes, eso que se llama cuestiones 
“de Estado”, el PP y el PSOE dejan a un lado el circo cotidiano de la 
crispación y se ponen de acuerdo; pactaron la reforma constitucional, 
acordaron una postura conjunta de sumisión frente a la troika europea, 
defienden que sus corruptos sigan aforados y, en política internacional,
 apoyan la presencia de bases de EEUU en nuestro territorio, respaldaron
 el ataque de la OTAN contra Libia y ahora apoyarán el ataque contra 
Siria.
¿Podría hacer otra cosa el PSOE? Por 
supuesto, para empezar podría apostar por la salida de las tropas 
estadounidenses de nuestro país y podría haberse opuesto a que la CIA 
utilizara nuestro espacio aéreo y nuestros aeropuertos para transportar 
prisioneros a cárceles ilegales en las que iban a ser torturados, como 
denunció el suizo Dick Marty en su estremecedor informe ante  el Comité 
de Asuntos Legales y de Derechos Humanos del Consejo de Europa. Pero ya 
lo decía Krahe, hombre blanco hablar con lengua de serpiente.
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