Por Octavio Fraga Guerra
En la primera parte de esta serie, “tomé nota” de dos grandes medios 
de comunicación que presumen de una tirada y un nivel de lecturas 
descollantes entre los periódicos generalistas que se editan en el 
Estado Español. Por una parte El País, etiquetado de progre y paradigma del periodismo iberoamericano. Por la otra ABC, una publicación de derechas con un marcado acento conservador.
Estas dos publicaciones le dieron “cobertura” al ZunZuneo. Esa 
porquería fabricada y financiada por la USAID que se concibió para 
estimular la subversión en nuestra isla y pretender fragmentar a la 
Revolución cubana. La acción la articularon usando lo que hoy llamamos 
“redes sociales”. Un plan fruto de esta “buenaza” agencia, que estos 
medios han pretendido darle un perfil sinuoso desde la manta opaca del Twitter.
En ambas publicaciones se distinguen tres verdades. Un “informar” sin
 asumir posturas ante una meridiana acción de hostilidad del gobierno de
 los EE.UU. contra el pueblo cubano y su gobierno. Un “lavar de cara” de
 la Agencia USAID suscrita a la Secretaria de Estado que ha jugado el 
rol de gestor y ejecutor de estas acciones de clara postura 
intervencionista. Y una tercera -no expresada en los textos citados-, 
que estas acciones son violatorias de los tratados internacionales en 
torno al uso de los medios de comunicación entre los estados.
El Mundo “copia y pega” a su hermanastro ABC
El diario El Mundo también “hizo lo suyo” con esta noticia. Para empezar diré que repite la misma fórmula de su compinche ideológico ABC. La nota titulada: Desvelan un plan de EEUU para usar un ‘Twitter cubano’ por SMS contra el régimen de La Habana
 (1), aparece editada en la sección “Navegante”. Una palabra asociada 
más bien a las redes sociales, a internet y todas sus ramificaciones 
terminológicas. Lo político es su adecuado lugar, dentro de cualquier 
periódico impreso o publicación digital que se respete.
También citan las intenciones del ZunZuneo: “ayudar a la desestabilización del régimen cubano mediante la agitación del descontento social”.
 Pero desde la “lógica editorial”, -la de ellos- el equipo de redacción 
de esta farsa informativa asume los caminos del suspenso. Ellos “nos 
informan” escalonadamente sobre este tema a puro estilo Agatha Christie.
 Copian sin ruborizarse de sus más reconocidas ardides literarias.
Uno: “…los mensajes de esta red social no estaban ‘encriptados’, 
pero debían transmitirse desde diversos servidores distribuidos en 
varios países para dificultar la localización de su origen”.
Dos: “La compañía española Lleida.net, pionera en SMS y e-mail 
certificados, se encargó de gestionar el envío de mensajes a los móviles
 de los usuarios en Cuba, completamente ‘anonimizados’”.
Esta publicación está preocupada por el ahorro de tiempo de sus 
lectores. La nota no llega a las cuatrocientas cincuenta palabras. ¿Se 
cree El Mundo que con esta notica de aprendiz del periodismo, 
quienes la hayan leído se habrán enterado de la dimensión, complejidad y
 trascendencia del ZunZuneo?
En otra nota -también de El Mundo-, publicada el mismo día 3
 de abril y firmada por Eduardo Suarez, nos “amplía en detalles”. El 
titular está pensado para ese lector que ha tomado el periódico y va con
 premura: El Twitter de la ‘primavera’ cubana (2). Suarez, -poco original-, vuelve a usar los criterios del suspenso de la anterior nota.
Uno: “El asunto lo desveló este jueves la agencia Associated 
Press, cuyos periodistas han investigado a fondo la trama y han 
desentrañado las triquiñuelas que usó el Gobierno de Barack Obama para 
crear ZunZuneo sin despertar las sospechas de los Castro”.
Dos: “… quienes la usaban no eran conscientes de que el Gobierno 
estadounidense almacenaba sus datos personales contra su voluntad”.
Como era de esperar, vuelve el lavado de cara de la Agencia USAID 
para quitarle brasa a las raíces de una operación ilegal, que pretende 
ignorar la soberanía de la Nación Cubana. Pero no son las palabras del 
autor de esta cosa periodística quién lo dice. Vuelven a tomar de la 
agencia de noticias AP, como lo hizo El País o ABC. “El
 programa no fue una operación encubierta sino un programa discreto 
dirigido por la agencia de cooperación al desarrollo, que no es una 
agencia de espionaje”, afirmó su portavoz Jay Carney…”.
Lo que viene después es la misma palabrería de siempre. Los mismos 
términos reaccionarios y retrógrados de una publicación, que forma parte
 de ese entramado de medios que no son instrumento. Son parte de una 
política burda, elitista, necia. Una política editorial diseñada para 
responder a los preceptos de sus patrocinadores, con la inepta idea de 
torpedear a la Revolución cubana. Al menos esta nota la ubicaron en la 
sección “Internacional”. ¿Habrá aparecido algún lúcido periodista por la
 redacción cuando se “encajaban” la noticia?
No esperaba un pronunciamiento explícito de estos medios -que son una
 pequeña muestra-, en torno a la ilegalidad del ZunZuneo. Tenía claro 
que estos medios son incapaces de tener un mínimo de dignidad ante 
hechos y acciones que violan los más elementales principios y tratados 
internacionales en torno a palabras e ideas tan sagradas como: 
“Soberanía”. “No intervención en los asuntos internos de los demás 
países”. “Paz” o “Cooperación”.
Estos medios de comunicación forman parte de esa red global de 
Occidente, que denigran a la Revolución cubana que es su pueblo. Estos 
son los mismos medios que se pliegan sin el más mínimo pudor y sentido 
del decoro, para construir mentiras no solo contra Cuba.
Hacen su labor mercenaria contra la victoriosa Revolución 
Bolivariana. Miden con adjetivos euro centristas la fortaleza y el 
prestigio del líder de los bolivianos Evo Morales. O arremeten con 
sutiles lanzas para debilitar el empujen del presidente de Ecuador 
Rafael Correa y su Revolución Ciudadana.
No hay conflicto global de corte guerrerista, migratorio, comercial o
 económicos, sin que estos medios -que se venden como “objetivos y 
plurales”- estén ausentes. Son parte consustancial de las Guerras de 
Baja intensidad que priman en esta década. Son los que enarbolan las 
banderas indignas de la mediocridad periodística, de la burda 
desinformación, de la reiterada manipulación o ese periodismo esquivo de
 ropaje “apolítico”. El gran escritor uruguayo Eduardo Galeano los 
definió con maestría poética: “Nos mean y los diarios dicen que llueve”.
Notas
- “Desvelan un plan de EEUU para usar un ‘Twitter cubano’ por SMS contra el régimen de La Habana”. http://www.elmundo.es/tecnologia/2014/04/03/533d284622601d7a118b456e.html
 - El Twitter de la ‘primavera’ cubana. http://www.elmundo.es/internacional/2014/04/03/533dc024ca4741496b8b457b.html
 
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