| El Faquir: Guillermo Fariñas | 
Tomado del Heraldo Cubano.
Por Arthur Gónzalez.
Ante el actual desinterés de la comunidad
 cubana radicada en Miami por los elementos contrarrevolucionarios de la
 Isla, creados por la CIA según sus propios documentos desclasificados, 
el asalariado Guillermo Fariñas, conocido 
como  “El Faquir”, a partir de sus shows mediáticos en las famosas 
huelgas de hambre, ha lanzado un grito desesperado de clemencia a los 
jóvenes de origen cubano que viven en el exterior.
Según Fariñas, su ruego va dirigido a ese
 sector de la comunidad que ahora ve en los integrantes de esa fabricada
 “oposición” interna, a personas sin prestigio, carentes de liderazgo ni
 personalidad atractiva  y vividores a costa del presupuesto que les 
asigna anualmente el gobierno norteamericano, pagado además por los 
propios contribuyentes estadounidenses para que en Cuba puedan vivir sin
 trabajar, inventando represiones fantásticas.
La propia presencia en el exterior de los
 contrarrevolucionarios más consentidos por el gobierno norteamericano y
 sus agencias federales, ha sido un fuerte golpe para los que durante 
años creyeron sus mentiras respecto a la “represión” de que según los 
asalariados, son víctimas en Cuba.
Personas saludables, con sobre peso, 
muchos con carreras universitarias pagadas por la revolución cubana y 
con su dentadura completa, ha sido una prueba irrefutable de sus 
mentiras que buscan fomentar matrices de opinión para manipular a los 
contribuyentes del sur de la Florida.
Ante la pérdida de apoyo y el peligro de 
quedarse sin el dinero que les permite vivir desde hace 30 años sin 
sudar la camisa, Fariñas trató de mover sentimientos inexistentes entre 
esa masa de cubanos que tiene que trabajar muy fuerte para sobrevivir en
 medio de la actual crisis económica.
En su desespero, “El Faquir” empleó como 
recurso algunas palabras para ver si los motivaba, tales como “la 
reconstrucción material de Cuba”, con vistas a que se ilusionaran en 
invertir en una supuesta Cuba post Castro, algo que estos jóvenes desde 
que nacieron están escuchando en boca de sus abuelos y padres, sin que 
estos hayan alcanzado sus trasnochados sueños.
Nada de lo dicho por Fariñas o por la inculta y grosera Berta Soler,
 ha movido a los menos viejos y jóvenes de esa comunidad, agotada ya 
después de medio siglo de oír promesas similares, pero esta vez 
expuestas por personas carentes de prestigio y con total ausencia de 
imagen, algo vital en esa sociedad  acostumbrada a comprar por la 
apariencia exterior.
El saldo obtenido por Fariñas, Berta Soler, la diplobloguera oficialista de Washington Yoani Sánchez, e incluso por el principiante Eliécer Ávila, ha sido muy negativo para la llamada “disidencia interna”.
El ganador sin dudas fue el gobierno 
cubano, el cual trabaja para mejorar y actualizar su sistema económico, 
quien a pesar de la intensa Guerra Económica aplicada por el gobierno 
yanqui desde enero de 1962, se mantiene con el apoyo mayoritario de la 
población de la Isla, aunque les duela reconocerlo.
Quien lo dude, puede leer algunos cables 
enviados por la Misión diplomática norteamericana en la Habana, hechos 
públicos a través de Wikileakes y saque sus propias conclusiones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario