Por Antonio Aponte.
Si intentáramos
reconstruir la historia del pensamiento Revolucionario, en el inicio estarían
Espartaco y Cristo, a estos los seguiría una larga serie de pensadores:
Galileo, Newton, Mendel, Darwin, alguien propondría a Beethoven, y estaría
bien. Seguirían Sócrates, Aristóteles, Heráclito, Hegel, Marx, Lenin, Mao,
Gramsci, Mariátegui, Martí, Bolívar, Simón Rodríguez, Rosa Luxemburgo,
Einstein, etc. La lista es inmensa, casi inabarcable, pero sin dudas al final
estarían en puesto de honor el Che y Fidel.
¿Cuál es el aporte del Che y Fidel que los hace
merecedores de coronar el torrente de los pensadores revolucionarios? Son los
constructores de una obra que hoy constituye la esperanza de la humanidad
asediada: la Revolución Cubana.
Toda Revolución debe buscar en lo más puro, en lo
esencial de la Revolución Cubana , las líneas maestras que señalan el rumbo.
La Revolución Cubana, en acción y pensamiento, es vanguardia en la travesía
revolucionaria, supera todos los estadios de la práctica y la teoría revolucionaria,
se empina sobre los hombros de la historia y señala el camino.
El derrumbe de la Unión Soviética puso a prueba a la
Revolución Cubana , y salió victoriosa, superó el período especial y resiste al
bloqueo. Cuando el mundo entró en el marasmo capitalista, la Revolución Cubana
aguantó, no se derrumbó, fue ejemplo. Así se ganó su puesto en la historia.
Pero ¿cuáles son las grandes enseñanzas de la Cuba Revolucionaria ?
Lo primero es que allí se escenifica, desde siempre,
como dijo el Che, una feroz lucha ideológica. Esta es la gran enseñanza: las
revoluciones no son una línea recta, su curso está lleno de saltos y
retrocesos, de convivencia con lo errado. Es necesario, entonces,
diferenciar "la paja del trigo", desentrañar las grandes líneas de
ese proceso extraordinario, que le permitieron ser lo que es, y desechar las
contaminaciones del camino, los retrocesos tácticos, los errores. Debemos estar
alertas frente a los que intentan vendernos paja por trigo, gato por
liebre, táctica por estrategia.
Lo que caracteriza a la Revolución Cubana es la idea
de la hegemonía de la Conciencia de Sociedad sobre el egoísmo. Este concepto
viene desde el asalto al Cuartel Moncada, se consolidó en la Sierra Maestra y
se hace objetivo en el ejercicio del poder. Todas las acciones de la Revolución
tienen esa marca.
Otra inmensa enseñanza de la Revolución Cubana es que
sí se puede construir Socialismo. Lo hizo a pocas millas del imperio, sobre
todos los dogmatismos. Demostró que se puede y que además es el deber de los
revolucionarios construir el Socialismo, no hay excusas para no hacerlo.
El deber de la Revolución Bolivariana es fortalecer la
idea y la práctica Socialista, que el Socialismo se constituya en alternativa,
en fuente vigorosa que irrumpa en el mundo como una esperanza, sin dejar que
las pocas llamas que aún perduran sean yuguladas por el cerco capitalista. El
mundo nos necesita ahora, no hay tiempo que perder, mañana será tarde. Hoy ser
potencia es ser ejemplo de superación del capitalismo.
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