Tomado de La Tarde se Mueve.
Por Edmundo García.
Les confieso que desde que he vuelto a tener noticias de Yoani me 
siento preocupado. Publicaron una foto suya con un señor vestido de 
naranja. Unos dicen que es el Dalai Lama, algunos que Dominic Purcell en
 Prison Break y otros que es el nuevo receptor que sustituye a Pestano 
en el equipo de Villa Clara. Total, si casi todo lo relacionado a Yoani ha resultado mentira. Todo, menos los pagos.
Eran mentiras sus razones ciudadanas, sus millones de seguidores en 
internet, su influencia en el mundo, su entrevista al presidente Obama, 
su solicitud de entrevista al Presidente Raúl, su diente perdido en 
batalla, el rapto policial en La Habana con el consecuente y confesado 
apretón testicular, el disparo al auto del diplomático venezolano en 
Cuba y sus “desinteresados” cursos sobre el uso de internet.
Antúnez convocó a un paro nacional el mes que viene. Y Rodiles ha 
protestado porque precisamente por esa fecha él ha llamado a otro cine 
debate y no lo puede parar. Y Eliecer Ávila está citando a una reunión 
de su partido político, el PP de Puerto Padre. Y mientras tanto se 
presagia un milagro en Taguayabón, según está anunciando en Miami desde 
hace unos días un Pastor y su esposa, quien se declara abierta y 
liberalmente “feisbusera” (por favor, pronuncie con cuidado). La verdad 
que todo esto “tá guayabón”.
Pienso en la relación de los llamados disidentes y opositores entre 
sí, y entre ellos y la Oficina de Intereses de Estados Unidos en La 
Habana. Entre dicha Oficina y el gobierno norteamericano, y entre este 
gobierno y todo lo anterior. En el vínculo de los llamados opositores y 
las organizaciones anticubanas de Miami; entre estas organizaciones y la
 prensa, y entre esta prensa y los residentes del sur de la Florida y 
otras partes del mundo.
Después de repasar este laberinto no me queda más remedio que 
concluir que para mantener el negocio de difamar a Cuba, estos llamados 
opositores no hacen otra cosa que caerse a tupes unos a los otros. Pero 
finalmente siempre me pregunto: en esta farsa gigantesca, ¿quién engaña a
 quien? Les comparto mis interrogantes junto a algunos casos.
A principios de febrero de este 2013 medios de prensa comunicaron que los días 23 y 28 de enero
 se habían celebrado gestiones para unificar al grupo FANTU o Fantoche, 
cuyo portavoz y probable único miembro es el Coco “Maravilla” Fariñas, y
 la UNPACU de José Daniel Ferrer, el Marajá de Palmarito de Cauto, quien
 ya debe tener un barrio con las casas que le tumba a quienes viajan a 
los EEUU.
Lo soltaron en Miami como si se tratara de una cumbre entre dos 
Generales al mando de ejércitos en el occidente y el oriente de Cuba. 
Pero el Coco Fariñas sabe muy bien que el Marajá no tiene seguidores y 
su preocupación fundamental es cuidarse del sol con crema y sombrilla. Y
 por otra parte el Marajá conoce que a Fariñas no lo apoya ni el más 
solitario paseante trasnochado del Parque Leoncio Vidal de Santa Clara. A
 pesar de las evidencias, desde el día 2 de enero de 2013, no más 
comenzar el año, Radio Martí empezó a promover la llamada fusión de 
mandos entre FANTU y UNPACU.
Sobre este llamado pacto el reportero Adriel Reyes entrevistó para 
Radio Martí, una emisora del gobierno federal, al propio José Daniel 
Ferrer, quien despachó el cuento sin ruborizarse. Como Ferrer es un 
invitado a actividades de la Oficina de Intereses de Estados Unidos en 
La Habana, allí seguramente llevó la misma bola sobre la unión entre 
opositores para lograr un cambio de régimen en Cuba.
Quizás el señor John Caulfield, Jefe de la SINA en La Habana, 
felicitó tanto a Ferrer como a Fariñas. Pero Caulfield sabe, por 
experiencia propia y por informes de antecesores en el cargo como 
Michael Parmly y Jonathan Farrar, que la llamada oposición cubana no 
tiene arraigo en la sociedad y está desarticulada y auto marginada de 
los principales procesos de cambio y reforma que se producen en la isla.
 Así que los diplomáticos norteamericanos no son engañados, sino que más
 bien son ellos quienes les toman el pelo a los opositores.
Pero igual el Departamento de Estado se gasta millones de dólares en 
dar publicidad, pagar público, jabitas, hoteles y viajes a esta supuesta
 oposición política cubana. Hasta al mismo Presidente se le ha 
recomendado firmar declaraciones de apoyo a algo que saben es una farsa,
 por lo que no dejan más alternativa que pensar que los americanos le 
están corriendo una máquina a los llamados opositores.
Como algunos recordarán en noviembre del 2009 se dio a conocer una 
entrevista que Yoani Sánchez le habría hecho al presidente Obama. En la 
entrevista el presidente elogia al blog de Yoani como si fuera un gran 
lector de sus escritos y la felicita por el premio María Moore Cabot que
 la Universidad de Columbia le dio a Yoani como periodista. Todo el 
mundo sabe que ni el presidente Obama ni su mascota Bob han entrado al 
blog de Yoani y que la bloguera no tenía méritos profesionales para tal 
reconocimiento. Y lo sabía la propia Yoani también. Sin embargo, cada 
cual representó su personaje en el show, y luego del desprestigio de 
algunos académicos y periodistas cómplices en la comedia, siguieron 
adelante con la misma cara.
Hace poco el periódico español ABC calificó al titulado Estado de 
Sats de Antonio Rodiles como un “tanque de pensamiento” (“think tank”), y
 la pasada semana Antúnez ofreció una “conferencia” en la Universidad de
 Georgetown. Por supuesto que la CIA, el Comando Sur y La Casa Blanca 
jamás le pedirían a Rodiles o Antúnez información para trazar 
estrategias serias sobre Cuba, pero a la gente se les quiere hacer creer
 lo contrario. Miente el que los infla ante la opinión y se mienten 
ellos mismos durante sus “conferencias” y viajes.
Mintieron los periodistas que presagiaron la muerte de Martha Beatriz
 Roque en su huelga del aguacate. Mintió la huelguista al posar ojerosa y
 desahuciada ante la cámara fotográfica de un subordinado. Mintió el 
fotógrafo que maquilló a la “mártir”. Mintieron los canales de 
televisión de Miami que pasaron las imágenes.
Mienten la Fundación Nacional Cubano Americana de Jorge Mas Santos y 
el Directorio de Orlando Gutiérrez cuando dicen que lo único que les 
interesa es la libertad de Cuba y venden con amarillismo las supuestas 
“muertes inminentes” de huelguistas. Miente Bertha Soler cuando dice que
 a las Damas de Blanco se les prohíbe manifestarse en Cuba, y ellas le 
mienten a Bertha Soler cuando posan para hacer expedientes y obtener 
visas al extranjero. Y de paso miente la SINA cuando les otorga el 
visado; y mienten las declaraciones de los legisladores cubanoamericanos
 cuando se hacen eco de estas mentiras.
Finalmente, me vuelvo a preguntar: Si todos mienten, entonces, ¿quién
 resulta el engañado? Podría pensarse que el televidente, el 
radioescucha, el lector. Pero, ¿es que la gente es tan tonta que se le 
puede manipular de esa forma descarada? Claro que no, aunque hay un 
pequeño sector que también miente al decir que comparte esas mentiras 
mediáticas.
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