La semana pasada, el Congreso español aprobó la Ley de Seguridad 
Ciudadana, popularmente conocida como “Ley Mordaza”, debido a que 
criminaliza y penaliza la protesta social, lo que supone un nuevo 
intento del Gobierno de Mariano Rajoy para acabar con las luchas que la 
clase trabajadora está llevando a cabo contra las políticas capitalistas impuestas por el Ejecutivo.
A continuación explicamos cuáles son los puntos más polémicos de esta nueva ley.
Convocar manifestaciones por las redes sociales
Entre las novedades que incluye esta nueva ley se encuentra la 
posibilidad de considerar responsable de una manifestación a quien haga 
una publicación o declaración de convocatoria de la misma, como por 
ejemplo un simple “tuit”.
“Lo que se busca es perseguir a quien lance el pásalo o una 
convocatoria de manifestación de cualquier tipo. Esta ley atenta contra 
la libertad de expresión y reunión ejercida utilizando herramientas 
informáticas”, advierte Carlos Sánchez Almeida, abogado especializado en
 internet.
Publicar imágenes de policías
Otra de las conductas que será sancionable es la de publicar en las 
redes sociales imágenes de un agente de policía. Todo apunta a que este 
apartado se trata de una respuesta a las iniciativas nacidas en las 
redes sociales en los últimos años, donde los ciudadanos identificaban a
 los agentes protagonistas de agresiones desproporcionadas en el marco 
de distintas protestas sociales.
De la vía penal a la administrativa
Una de las principales consecuencias de la nueva Ley de Seguridad 
Ciudadana es que los supuestos de hecho que regulaba el Código Penal (en
 concreto, en los juicios de faltas), pasarán a la vía administrativa. 
Las diferencias entre uno y otro caso son sustanciales.
Antes, cuando un ciudadano cometía un delito de esta índole era un 
juez de lo Penal el que se encargaba de juzgarlo determinando de esta 
forma su culpabilidad o inocencia. Ahora, gracias a este nuevo texto, es
 el agente de Policía el que interpreta en primera instancia si alguien 
está incumpliendo la ley, pudiendo imponer una multa si así lo cree 
oportuno. En estos casos (y solo después de haber sido sancionado), el 
ciudadano tendrá que recurrir por la engorrosa vía 
contencioso-administrativa para demostrar su inocencia.
No hay que olvidar además que en la vía penal el denunciado no tenía 
que gastarse el dinero en tasas. En la contencioso-administrativa sí. Lo
 que hará que en muchos casos la gente no recurra y se quede con la 
multa.
Multas
Otras de las consecuencias de que sea la vía administrativa la 
encargada de estas faltas está en la cuantía de las multas. Con la nueva
 Ley de Seguridad Ciudadana las infracciones muy graves se sancionarán 
con multa de 30.001 a 600.000 euros, las graves con multa de 601 a 
30.000 euros y las leves, con multa de 100 a 600 euros.
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